Un collar de múltiples piezas de madera de su madre fue el punto de partida para que Mercedes Salazar, diseñadora colombiana de joyería, comenzara con el arte de crear accesorios a partir de pepitas e hilos de colores. “Los tesoros que encontraba en los cajones de mi madre y mi abuela se convirtieron en una obsesión para comenzar a diseñar”, cuenta la creativa, quien ofrece puntos de venta en México, Colombia y mediante su tienda virtual, aunque próximamente abrirá boutiques en Puerto Rico, Chile y Perú.

Su trabajo abarca varios estilos, ya que cuenta con pulseras y brazaletes con grabados de poemas escritos por el español Pedro Salinas, el chileno Pablo Neruda y el francés Jacques Prévert, hasta aretes, dijes y collares con imágenes de corazones, calaveras y símbolos reconocidos mundialmente como el de ‘amor y paz’.

“Cada día tengo un nuevo sueño, un sitio por conocer, una historia que contar, un material por intervenir que invariablemente transformo en una joya que creo a partir del rescate de una técnica artesanal. Mi mundo está rodeado de colores y de libros que hablan sobre el significado de los símbolos, la energía de las piedras y el poder de los chamanes”, reconoce Mercedes, quien lanzó su firma hace 10 años y actualmente da trabajo a 40 creativos.

UN PEDACITO DE COLOMBIA

“Mi estilo al portar accesorios no se puede encasillar, ya que algunos días me quiero poner collares enormes multicolores, y otros solamente un par de aretes maxi, como los que se usaban en los años 80. Sin embargo, para el diario prefiero usar una cadenita simple y delgada con alguna perla o una calaverita, coordinada con aretes de diamantes negros, ya que ofrecen mucha protección.

“Los colores son una parte fundamental en mis creaciones, es un tópico vital en cada colección”, narra Mercedes desde su pequeño local en Polanco, ubicado en la calle de Virgilio 9.

Con tan sólo una carrera técnica de orfebrería y joyería en la escuela de artesanías del INBA, en México, esta diseñadora, logra fusionar las diferentes técnicas artesanales indígenas de Colombia -motivo de su principal inspiración- con técnicas actuales que hacen referencia a zonas como los Kamentza del Putumayo, los Wayuu de la Guajira y Los Embera de Risaralda.

“Materiales como bronce, perlas, cuentas de diferentes partes del mundo, acrílicos, resinas y papel dan vida a mis colecciones”, advierte esta oriunda de Bogotá, quien agrega que el diseñar un buen collar resulta uno de sus principales retos cada temporada.

Dentro de sus nuevas líneas de joyería, la colombiana propone Wayuu, inspirada en el trabajo indígena, así como GB, en la que retoma las grandiosas ilustraciones Art Déco, del pintor Georges Barbier.

ACCESORIOS QUE ALEGRAN LA VIDA

“Cada temporada creo mis propuestas sin un método en particular, algunas veces parto de una idea, investigo y diseño, o puedo desarrollar piezas o una gran colección a partir de un material.

“Considero que mis joyas conectan con el universo, le suben la autoestima a la mujer que las emplea, le alegran la vida y la protegen”, finaliza.

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