Con una probadita de lo que será la segunda edición en Querétaro del Festival Internacional de Nuestra Cocina “De la mesa de Moctezuma a la mesa de Cortés”, se anunció su próxima realización en agosto.

“Queremos que la gente conozca que México no es nada más inseguridad; es cultura, arte popular, cocina, alimento y bebida. La gastronomía es el imán de atracción turística más importante. Lo que el turista busca cuando viaja alrededor del mundo son sábanas limpias y buena comida”, señaló Raymundo Rivera, presidente del Círculo Hispanoamericano de Periodistas (CIHP), durante el cóctel de presentación.

Además detalló que el Pueblo Mágico de Bernal será la sede donde el público podrá conocer la gastronomía prehispánica y mestiza de Querétaro, así como de otros estados y diferentes lugares de Europa.

“Con este evento intentamos acercar a la población a la historia de México. La gastronomía es el relato vivo de los pueblos, es una fusión de civilizaciones y de culturas antiguas. En Querétaro concurren muchas cocinas, no solamente la cocina hñähñu de Tolimán o de San Miguel Tetillas, hay una riqueza gastronómica mestiza, criolla y barroca, como las paellas, los jamones y los vinos artesanales.

Querétaro es un mosaico espléndido para proyectar la cocina en donde concurren más de 15 estilos diferentes; desde la china, la pequinesa, la mandarín, la hindú, de todas encuentras aquí”, agregó Rivera.

También confluirán manifestaciones culturales y artísticas como la danza, la música y la artesanía, en la que participarán destacados promotores culturales de la entidad como Eduardo Colín, director artístico del grupo de danza folclórica queretana Xochiquetzal.

“Nos presentaremos principalmente para promover una investigación que estamos realizando acerca del vestuario antiguo de la Sierra de Querétaro y su forma de bailar”, dijo.

Por otro lado, el CIHP entregará el título de “Pueblo Típico con Sabor a México” a Villa de Bernal y hará una mención especial a la comunidad de Villa Progreso, donde el gobierno municipal busca detonar el turismo.

“Villa Progreso cuenta con una cultura que data de hace 400 años. Hay capillas, oratorio otomí chichimeca con pinturas rupestres intactas y la tradicional producción del tejido del ixtle, que se ha diversificado. Queremos que la gente conozca sus talleres, cómo se pigmentan los tejidos para elaborar las artesanías y cómo se hacen las muñecas, conjugado con su comida tradicional hñähñu e internacional, hecha por habitantes que han migrado a los Estados Unidos buscando el sueño americano y han regresado con ensambles maravillosos”, compartió José Luis Reséndiz, director de Turismo del municipio Ezequiel Montes.

En el festín, representantes de la Secretaría de Turismo y de los municipios de San Joaquín y Ezequiel Montes, entre otras autoridades, degustaron los sabores de España con su característico jamón ibérico, así como especialidades de la cocina italiana, el Istmo de Tehuantepec y Querétaro, que presentó el nopal de penca y los vinos artesanales de Villa Progreso.

La convivencia fue enmarcada con las creaciones del diseñador yucateco Kike May, y la exposición Andares del Quijote y Sancho Panza, compuesta por dibujos de la autoría de Raymundo Rivera, y esculturas metálicas de Raúl Mercado.

También se contó con el talento musical del colectivo “Cuéntamelo Cántamelo” y el característico zapateado de los grupos de danza folclórica Ancente Nai y Grupo Xochiquetzal.

arq

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