Una de las cosas que más le gustó a Álvaro Guerrero de trabajar en el filme de Eddy Reynolds y Los Ángeles de Acero, además del elenco de actores, fue que en su juventud, él siempre quiso pertenecer a un grupo de rock y tocar ante cientos de personas.

“Estoy realmente feliz de interpretar a Ulises. En la filmación me la creí tanto que me emocioné hasta las lágrimas porque sentí como si estuviera tocando ante un público de verdad y no conformado por extras”, comentó Álvaro Guerrero, quien antes de entrar al set de filmación, se dedicó en cuerpo y alma para hacer un fiel retrato de un roquero en etapa adulta.

“Tomé clases y aprendí a tocar bien la batería. En escena me di cuenta de que presentía bien lo que se siente tocar música en vivo. ¡Se siente a todo dar!”, compartió el actor formado en el método de Stanislavsky. El oficio de histrión le es noble a Álvaro Guerrero, puesto que le permite ser una persona ordinaria o bien convertirse también en alguien extraordinario.

“Siento que ser actor me ofrece la posibilidad de interpretar otras vidas, muy diferentes a la propia. Por ejemplo; este papel de Ulises me dio la oportunidad de vestirme como yo siempre había querido”, reveló Álvaro, recordando la forma como se sentía hace algunas décadas.

“Simplemente actuaba como alguien mucho más libre y despreocupado. No es que deje uno atrás su juventud, sino que la misma sociedad nos va dictando que debemos comportarnos de cierta forma”, expresó el actor, y añadió.

“Mi personaje de Ulises es un hombre bastante dominado por su mujer y está inmerso en su farmacia trabajando por su familia. Cuando le ofrecen reunirse en una banda formada en su juventud, la esperanza renace en él y por ende, se transforma su vida”, declaró.

Álvaro sintió de nuevo la adrenalina corriendo por sus venas.

“Ulises vivía rutinario y normal. La cotidianidad lo había vuelto a un redil, pero su pasión en la música lo hizo sentir vivo. En mi caso me pasó igual, sentí como una inyección de juventud”,puntualizó.

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