Diego Silveti del Bosque de 31 años, se ha posicionado como una figura importante en la nueva generación de toreros. Comenzó su carrera en los ruedos al finalizar sus estudios profesionales a los 22 años. Su debut fue en el imponente escenario de Casavieja, en la Provincia de Toledo, el 26 de agosto de 2009.
El día de hoy se presentará en la Plaza de Toros de San Juan del Río, en donde compartirá cartel con Fabián Barba y Sergio Flores, en el marco de los festejos de la tradicional Feria local.
En entrevista exclusiva con EL UNIVERSAL Querétaro, el matador nos platicó cómo es su vida más allá del ruedo, además de reveladores detalles como su preparación y su visión de la vida.
¿Cuál fue tu primer encuentro con el mundo de los toros?
—D: En mi caso tuve la oportunidad de nacer en una familia que siempre se dedicó a lo taurino; desde mi bisabuelo, abuelo, mi papá y mi tío. Entonces, en casa se hablaba de toros desde que yo estaba en el vientre de mi mamá, es algo que traía en la sangre; antes de jugar con una pelota yo tenía una muleta.
¿En qué momento te diste cuenta que querías ser torero?
—D: Desde niño; al tener la oportunidad de estar con gente que vivía para y por la fiesta taurina, me fui enamorando. Desde que tengo uso de razón pude conocer a detalle la verdad de esta profesión, los riesgos que conlleva ser torero, la ética y la personalidad que se manifiesta. Me fue marcando el ver a mi papá, conocer al animal y a las ganaderías.
Eres parte de una “nueva generación de toreros”, ¿cuál es la diferencia con los toreros de antes?
—D: Como todo en este mundo va evolucionando y la profesión avanza según las circunstancias, te van marcando de manera diferente. Tengo que decir que hay jóvenes toreros muy talentosos que ahora tienen la oportunidad —en comparación con nuestros padres o abuelos— de ir más fácilmente a preparase a España y poder mantener esta tradición. Lo bonito de este mundo es que pasan los años y sigue teniendo muchos aficionados que nos apoyan.
¿Qué plaza marcó tu carrera?
—D: He tenido la oportunidad de pisar plazas importantes, tanto en España como Francia y Sudamérica. Todas tienen algo único, pero en lo personal le tengo un cariño muy especial a la Plaza México, creo que es siempre el sueño de un torero mexicano. Yo crecí viendo torear ahí a mi papá. Afortunadamente he tenido el gozo de triunfar, salir en hombros y recibir el cariño de la gente y cada que me presento en esta plaza siento una enorme responsabilidad.
¿Cuál es la parte difícil de tu profesión?
—D: Hay muchos sacrificios, sobre todo el estar fuera de tu casa, hay que estar consciente de que uno se juega la vida y que la arriesga día con día por un sueño. Estar lejos de tu familia también es difícil, son momentos complicados, a lo mejor de dolor y fracaso, pero luego vienen los del gozo y el triunfo que nivelan todo.
¿Cómo te preparas para una corrida?
—D: En el tema físico tienes que llevar una dieta rigurosa, tu cuerpo debe estar en buen estado y hacer mucho ejercicio. En el tema taurino, hay que estar enterado día con día, conocer las ganaderías y hacer campo. Espiritualmente, lo ideal es tener la mayor paz posible y claridad de ideas.
¿Qué esperas para la corrida de este fin de semana?
—D: Me da gusto pisar una tierra taurina, hay mucha ganadería y se ve que la gente está muy ligada a estos temas del mundo de los toros. Hablando del cartel creo que está muy bonito, es una corrida con jóvenes que saldremos a dar lo mejor de nosotros mismos.
Mi expectativa, sin duda, es triunfar; creo que ese es el propósito de cualquier torero que se presenta sobre todo en una plaza nueva. Quiero salir triunfante para regresar a este lugar con orgullo. También poder disfrutar y que la gente salga contenta y feliz de ver una tarde de toros importante.
¿Cómo ha estado tu agenda en este 2017 y qué sigue para ti?
—D: He estado en las principales casas de nuestro país; desde la Plaza México, Guadalajara, León, San Luis Potosí y Aguascalientes. He podido salir en hombros en algunas de ellas; viene ahora esa parte bonita de medio año, en la que aunque bajen un poco los contratos, tenemos varias corridas por delante. Me estoy preparando para continuar con la temporada; vienen cosas interesantes.
¿Cuál es tu meta en la vida?
—D: Poder trascender, Dios me dio la oportunidad de ser torero, me dio las condiciones y cualidades. Ahora es mi responsabilidad a partir de ahí, que la gente conozca la profesión y que la pueda disfrutar; quiero dejar un legado en las personas.
¿Hay algún torero que sea tu ejemplo a seguir?
—D: Por supuesto que mi papá, no sólo por ser él, sino porque su forma de torear es una verdadera tauromaquia. Lo que hizo en el ruedo fue algo que me marcó a mí y a otras generaciones.
¿Qué haces antes de salir al ruedo?
—D: A mí me gusta concentrarme, estar solo en la habitación; plantear lo que va a ser la corrida en cuanto a la presentación. Me agrada poner en claridad mis ideas y tratar de sacar todo de mi mente para concentrarme en el ruedo.
