De profesión veterinario, pero con alma de artista, José Antonio Vázquez se dedica, desde hace 15 años, a la escultura; empezó por mera inquietud, sin maestros y, después, tomó algunos cursos, aunque ninguno marcó su estilo.

A lo largo de su trayectoria ha utilizado técnicas como el ensamblaje o la instalación. Asimismo, ha empleado materiales como piedra, mármol, cuarzos, bronce y madera. Desde hace cuatro años usa troncos de árbol de zonas donde la tala está regulada.

Sus temas pasaron por etapas como el surrealismo y el erotismo, pero ahora trabaja con motivos prehispánicos. “Es un reconocimiento a nuestro origen, al pensamiento sagrado de nuestros antepasados con una simbología propia y con un concepto que se puede trasladar desde la antigüedad hasta el día de hoy”, dice José Antonio.

La motosierra, cuchillas, gubias, rayadores y formones forman parte de sus herramientas de trabajo.

La simbología de sus esculturas está enmarcada en los cuatro elementos y en lo físico, lo mental y lo espiritual. “Igual que nuestros antepasados, con apego al respeto, a la convivencia y comunicación con la naturaleza, al manejo de la energía”, afirma.

Una larga trayectoria

El escultor ha participado en más de 100 exposiciones individuales y colectivas en casas de cultura, museos, galerías, universidades y espacios públicos de diversos estados de la República

El artista no sólo realiza esculturas, también elabora bolsas de madera, las cuales, además de ser piezas de arte, son artículos prácticos.

Actualmente, José Antonio Vázquez trabaja en un taller al aire libre, situado en un callejón artístico en Avenida Paseo del Gran Cué, en el municipio de Corregidora, a unos cuantos metros de la Pirámide del Cerrito.

El sonido de los antepasados

El artista también fabrica el huehuetl, elaborado con madera reciclada y piel de bovino; a la vez investiga y promueve el instrumento. “Descubrí que era un elemento ceremonial que, por principio, es el inicio, el sabio, el abuelo; la vinculación de la madre tierra (pasando por nosotros) con el universo. Busco dignificarlo”, relata.

En 2013, José Antonio Vázquez presentó en diversos puntos de la Corregidora la exposición “Huehuétl, tradición viva”, ya que para el municipio el artista es un promotor de la cultura dedicado al rescate de las tradiciones.

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