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La joya neoclásica del arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá, construida para albergar el Real Seminario de Minería, cumple el próximo 3 de abril, 200 años de la conclusión de sus obras. Para conmemorar el bicentenario de esta monumental obra que comenzó a edificarse en marzo de 1797 en el solar de Nilpantongo, ubicado en el extremo poniente del Centro Histórico, en Tacuba 5, con el fin de formar académicos especialistas en la explotación de minas, la Facultad de Ingeniería de la UNAM alista un programa de actividades conmemorativas que se llevarán a cabo durante todo 2013 y que comenzaron el miércoles pasado con la inauguración de la 34 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, el principal encuentro literario en la ciudad de México. El menú de actividades para los festejos de este monumento histórico, considerado por la historiadora del arte Elisa García Barragán como “el mejor edificio civil del movimiento que revivió las grandiosas obras clásicas”, incluye exposiciones en homenaje Manuel Tolsá, sobre su obra y sus influencias, una publicación que rescata la historia del edificio, así como trabajos de rehabilitación en algunos espacios. Aunque el 3 de abril será el día en que se cumplan los 200 años de la fecha en que se registró la última anotación en el libro de la obra, y se planea la inauguración de una muestra sobre el chocolate y sus propiedades, así como una conferencia magistral sobre el edificio, el plato fuerte de los festejos iniciará el 2 de mayo con la inauguración de tres exposiciones: Una en homenaje a Manuel Tolsá, que incluirá objetos personales, dibujos, planos y obra escultórica, otra que estará dedicada al también valenciano Rafael Ximeno y Planes, autor de las pinturas que decoran el plafón de la antigua capilla del Palacio y una más que exhibirá imágenes del fotógrafo español Joaquín Bérchez, quien en los años 90 realizó una serie de fotografías del Palacio de Minería y de la Catedral Metropolitana, dos de las obras más emblemáticas de Manuel Tolsá. Víctor Manuel Rivera Romay, jefe de la División de Educación Continua y a Distancia de la Facultad de Ingeniería (DECDFI), coordinación que tiene a su cargo el resguardo del edificio y las actividades culturales que ofrece, adelanta que parte de las obras que se exhibirá en las muestras de Tolsá y Ximeno y Planes provienen del Museo de Bellas Artes de Valencia, San Pío V y del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Otra de las actividades conmemorativas será el lanzamiento del libro 200 años del Palacio de Minería. Su historia a partir de fuentes documentales, coordinado por el director del Archivo Histórico, Omar Escamilla. “Es un libro revelador porque recopila y da a conocer diversas partes del Palacio de Minería. Son 12 capítulos en los que se habla de los usos que cada uno de los diferentes sitios tuvieron en otra época. Se trata de recuperar lo que fue en un principio y cómo a través del tiempo ha ido cambiando”, detalla Rivera Romay. La publicación, editada por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, también incluirá fotografías inéditas de las modificaciones que ha sufrido el edificio a lo largo de dos siglos: “El torreón ha sufrido modificaciones, al parecer no es el original, hay una reconstrucción. El edificio fue entregado en 1813, pero de 1830 a 1860 sufrió algunas modificaciones porque se estaba hundiendo; después, de 1970 a 1976, la Sociedad de Ex-Alumnos de la Facultad de Ingeniería tuvo que intervenirlo nuevamente. A lo largo de estos 200 años ha sufrido, por lo menos, dos intervenciones fuertes”, refiere Rivera Romay, encargado de las actividades conmemorativas. Este año algunos espacios del edificio también serán rehabilitados. Es el caso del Museo Manuel Tolsá, ubicado en el lado noreste del Palacio de Minería. El recinto, inaugurado en febrero de 1999 como un espacio en homenaje al arquitecto y artista valenciano, actualizará su museografía. “Lo vamos a renovar, tendrá un guión museográfico diferente para hacerlo más atractivo”, comentó Rivera Romay. También se prevé trabajos de modernización de las aulas de clase y la reubicación de la tienda. Por ahora, comenta, se han restaurado todas las puertas de madera y barandales de fierro de la fachada que da a la calle de Tacuba, así como las cuatro meteoritas exhibidas en el vestíbulo del Palacio. Obra neoclásica monumental Diseñado como un espacio ex-profeso para la enseñanza de la ingeniería y la metalurgia, cuya vocación continúa hasta hoy, el Palacio de Minería ha sido testigo de diferentes episodios de la vida nacional: ha funcionado como laboratorio de importantes descubrimientos científicos, así como sede de diversas dependencias de gobierno. “El Salón de Actos en 1900 fue la Cámara de Diputados, ahí fue donde por última vez tomó protesta como presidente Porfirio Díaz”, dice Rivera Romay. Es la obra arquitectónica más importante de Tolsá, apunta la historiadora García Barragán, quien sostiene que “la grandiosidad del Palacio de Minería permite afirmar que se trata de la obra neoclásica monumental por excelencia y la más importante de toda América, no solamente de América Latina”. En su fachada, describe la especialista, que tiene a su cargo la curaduría de las exposiciones que se inaugurarán en mayo, se encuentran elementos clásicos, columnas con sus capiteles adecuados al estilo de la construcción, además de que el estilo que plasmó en los frontones sobre las puertas, ventanas y balcones, y sobre todo en las balaustradas, permitieron crear lo que después se llamaría el estilo Tolsá. “El patio, la escalera, la capilla y el salón de actos demuestran la genialidad del arquitecto y escultor”, detalla la también investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. El Palacio de Minería, destaca, “encuentra su sitio entre las construcciones más relevantes del neoclasicismo y por lo mismo su valor histórico y arquitectónico lo incluyen como una pieza importante en la historia universal del arte, como el mejor edificio civil del movimiento que revivió las grandiosas obras clásicas”