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Para el Moscow Ballet Theatre se acabaron los telones pintados, las cortinas de fantasía y los floreros de cartón. Lo suyo ahora es el 3D.
Esta compañía de rusos dio el salto tecnológico, en su nueva gira por México y el mundo presenta el Lago de los cisnes con pantallas e imágenes tridimensionales.
Son pantallas donde bailarines y bailarinas interactúan con las imágenes y las coreografías, son más lucidoras gracias a los paisajes que parecen reales.
Pero que no se tome a la ligera este hecho, que ya visto en el escenario ni parece tan maravilloso ni tan grandilocuente.
Habrá quien esté de acuerdo con este salto tecnológico y habrá quienes no salgan tan contentos.
Vamos por las ventajas, primero: los rusos tienen pocas cosas que pueden vender al mundo: el vodka, la imagen terrible de su presidente Vladimir Putin y el ballet clásico.
Pero en el caso de las compañías de bailarines, mientras más clásico sea el espectáculo que presenten mejor. Por tanto, se esmeran en presentar bailarinas y bailarines de las mejores escuelas y teatros de ese país y los montajes deben ser avalados por directores con gran trayectoria también.
En este proceso, una manera de avalar la calidad de la obra es a través de los escenarios. Mientras más grandes y fastuosos mejor.
Pero viajar con tanta utilería es un gran problema de logística y de dinero.
De modo que es fácil saber cuando una compañía rusa no es lo que aparenta, solamente basta ver el currículum de los bailarines, además de la manera en cómo visten su espectáculo.
Los hay quienes viajan con telones viejos, prestados, con dibujos que parecen hechos por los mismos que pintan las bardas en la ciudad en tiempos de elecciones.
La ventaja es que las pantallas en tercera dimensión permitirán a las compañías rusas ahorrar tiempo, dinero y energía.
Sin embargo, la desventaja es que con la tecnología cualquier hijo de vecino las puede comprar y viajar con una compañía de cirqueros tratando de bailar como los cisnes del cuento.
Otra ventaja de esto es para los neófitos de este tipo de arte, los cuales somos muchos, porque ver escenarios tridimensionales, coloridos, que se mueven, junto con los bailarines, permite que lo que puede ser muy aburrido, sea menos aburrido.
Para los niños y niñas este tipo de espectáculo moderno es una cosa maravillosa, porque ellos están, sobre todo, tan acostumbrados a ver la vida como si fuera un videojuego.
En este caso un videojuego del Lago de los Cisnes, con el Moscow Ballet Theatre ya no les resulta tan extraño.
