Chefs de renombre como Guy Santoro, Fernando Malpica, Thierry Nicolle y Alex Capalvo, así como Martha Sánchez, Ingrid Ramos, Patricia Alejo, Sergio Camacho, Mario Celis, Fernando Icháustegui y Alex Curi, entre otros, así como la mixóloga Karen Barrera participaron recientemente para realizar un creativo menú en conjunto, también llamado Carta Colaborativa.

Se trata de especialidades elaboradas exclusivamente para Hedonia, en el que cada uno de los chefs preparó un platillo, le enseñó al equipo del restaurante a cocinarlo y lo dejó para que los comensales puedan disfrutarlo. Además hay cocteles especiales gracias a la participación de la chef Karen.

"La idea ya se lleva a cabo en Europa, y en México está funcionando muy bien. Los cocineros primero imaginaron y crearon estos platillos en base a lo que querían comunicar en Hedonia y han dejado una parte de sí, algo que nació de su corazón y de su creatividad", afirma el chef Alfonso Hernández.

Por lo tanto, esta carta colaborativa es producto de varias mentes y eso produce una experiencia muy diferente. "Todas las cosas que tenemos en la vida se han inventado dos veces, primero estuvieron en la mente de una persona y luego las podemos palpar: un diseño, una silla, lo que sea; así es este menú que hicimos en conjunto", explica el titular del restaurante.

OTRA EXPERIENCIA

Hedonia es un restaurante que fusiona la cocina española con productos locales del lugar donde se encuentra, en este caso México. Y no sólo eso, ahora además incluye las ideas de los profesionales en artes culinarias y mixólogos que quieran colaborar, así formó el Consejo Nacional del primer Restaurante Colaborativo del país.

La idea es invitar a profesionales de la gastronomía y mixología de diferentes ciudades y países para que se sumen a ofrecer un menú variado e internacional a través de una Carta Colaborativa. Esto brindará a los comensales una experiencia totalmente diferente.

Y es que podrán disfrutar la sazón, la identidad, la experiencia y la historia de cada chef. No obstante, todos tuvieron algo en común: el respeto por el producto. Esto significa que cada uno eligió un ingrediente principal y realizó su platillo con diferente técnica, pero siempre teniendo en cuenta el sabor de dicho producto para poder brindar una experiencia única.

"Estamos haciendo locuras, queremos demostrar que se puede vivir la gastronomía de una manera diferente, y que se puede lograr a través de la experiencia, porque somos tan chiquitos, el restaurante es tan pequeño, que eso nos permite conocer e interactuar con el 80 por ciento de los clientes", concluye.

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