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San Cristóbal de las Casas.— A sus 18 años y tras unos meses que significaron una montaña rusa en su vida, Rodolfo Domínguez, protagonista de la multugalardonada La jaula de oro, se ha enfocado en el campo.

En su natal Chalchihuatán, ubicado a unas dos horas de esta ciudad, se ha dedicado a sembrar frijol, maíz, chilacayote y calabazas.

“Pero es para comer nosotros mismos, sobrevivir”, señala Domínguez, de visita fugaz al festival de cine que se desarrolla aquí, donde la noche del lunes presentó dicha cinta con subtítulos al tzotzil.

“Ahora ya quiero buscar otra película, todavía no me han llamado nadie, estoy esperando, cuando deje de hacer películas será cuando muera”, dice brevemente el joven.

Rodolfo, junto con los salvadoreños Karen Martínez y Brandon López, protagonizó hace tres años la historia de tres adolescentes con el sueño de llegar a Estados Unidos, buscando nuevas oportunidades de vida.

Diego Quemeda Diez, el realizador de origen español, lo encontró tras buscar entre cientos de prospectos al personaje de Chauk (“Trueno”), el joven que no hablaba español y se hacía entender con señas con los otros dos.

La labor del elenco fue reconocida en el Festival de Cannes, Francia, y con el premio Ariel que anualmente otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

Su galardón, cuenta, lo tiene buien guardado en su casa, donde las cosas continúan normal, como hasta antes de convertirse en un figura reconocible del cine mexicano.

Orgullo y burla. El chiapaneco ya domina mejor el idioma español pero aún le cuesta hablar fluidamente y responde con frases cortas.

“Algunos todavía se burlan de que aparezco en la película, pero otros siguen emocionados y me dicen que gracias por poner al pueblo más en alto”, responde el actor.

“Mi hermano tiene en su celular la película casi todo el día, la vemos con mi familia; me da pena, pero sí me reconozco en ella”, dice.

Además de esperar una nueva oportunidad en el cine (donde sigue queriendo hacer una película al estilo Rambo) también desea ser músico.

Junto con su padre y hermanos toca música tradicional y, asegura, lo hace bien. Hasta ahora, ninguna autoridad se ha acercado tras el éxito del filme.

“Toco la guitarra, el violín de dos cuerdas, quiero estudiar música y vamos a ver”, concluye.

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