Jenny and the Mexicats no quiere ser conocida como un banda de dos canciones exitosas y nada más.

“Entré al baño y escuché que decían eso, que éramos una banda de dos canciones buenas”, dijo Jenny, trompeta, voz y atractivo visual de esta banda transcultural formada hace cuatro años por una inglesa (la misma Jenny), un español (David), y dos chilangos (Pantera e Icho).

Tampoco quieren ser la banda que se conozca entre el público gracias a una película, Amor de mis amores, de Manolo Caro.

“Tenemos cuatros años trabajando muy duro”, dijo Pantera en una rueda de prensa de cinco minutos y no más de 10 preguntas, previo a su presentación en el bar La Encrucijada de Querétaro.

“Nos presentamos hace varios años aquí mismo, pero esa vez sólo vinieron unos cuantos”, recordaron los músicos.

No piensan ser sólo una banda de reventones en bares pequeños, porque “nosotros hemos empezado desde abajo”, dijo Icho, bajo.

Dicen que los une la música y que en poco tiempo se han entendido a las mil maravillas. “Jenny no hablaba español, David no habla inglés”, dijo Icho.

Cuatro años y dos discos (el homónimo Jenny and the Mexicats de 2013 y Ome de 2014), David sigue sin hablar inglés, Jenny vive en el DF, tiene dos perros chilangos y aprendió a alburear.

“Toco la trompeta, siempre me hace esa”, dijo la inglesa, greñas de plata, versión “british” de Cindy Lauper.

La base del grupo es el rockabilly, pero le entran a todo, desde el punk-reggae, el bolero y la cumbia.

Aseguran que su música no tiene límites, “el límite está en lo que nos gusta y no nos gusta”, explicó Icho.

Pantera pide permiso para “hacerse una chaqueta mental” y asegura que los distintos géneros del rock tradicional son “idiomas” y que la onda es “no tener un solo idioma” sino muchos y mientras más mejor.

Jenny and the Mexicats regresan de una gira fuera de las fronteras mexicanas y endrán finalmente la oportunidad de demostrar que no es una banda de dos temas buenos.

El 24 de octubre tendrá su debut como banda estelar en un concierto en el Teatro Metropólitan de la ciudad de México.

Termina el remedo de conferencia de prensa y la banda sube al escenario de la Encrucijada de Querétaro. El lugar está al tope. Unos 300 asistentes, entre gente con boleto, prensa, invitados de la banda y algunos que se colaron. “No sabíamos que esto iba a estar hasta la madre”, reconoció Pantera. Suena “Flor” y empieza la fiesta con Jenny and the Mexicats.

Google News

TEMAS RELACIONADOS