Como cada verano, el Club campestre ofrece a los niños de los miembros un curso de veranoel que pueden desarrollar diversas actividades deportivas como tenis, golf, futbol o natación, así como actividades artísticas y recreativas como artes plásticas, teatro y cocina e incluso ecológicas como la plantación de árboles.

El curso tiene una duración de cinco horas al día, en las que son cuidados por profesores de distintas disciplinas. Por poner un ejemplo, el día que EL UNIVERSAL Querétaro realizó una visita a este grupo de pequeñitos, les estaban haciendo una demostración y enseñando a caminar en el Slackline, que es un resorte tenso, sujeto de un extremo al otro, en el que se realizan acrobacias y rutinas de gimnasia. Los encargados de esta presentación fueron Roberto Uton y Adahir Sánchez.

Después de estar disfrutando de las áreas verdes, los pequeñitos asistieron a una kermes que se llevó a cabo en las canchas de frontón. En este evento, los niños participaron en varios juegos como: come la dona, atrapa peces, tiro al blanco, gallitos con globos, tómbola y comieron ricos algodones de azúcar.

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