De origen natural y con múltiples beneficios para la salud, el amaranto y el aceite de oliva son los protagonistas de una de las ferias más importantes de Santiago Tulyehualco, que desde 1971, sus pobladores llevan a cabo para promover el consumo de estas grandes fuentes nutricionales.

En este poblado se encuentran los árboles de olivo más antiguos del continente, gracias a que en 1531, Fray Martín de Valencia, trajo de Europa algunas semillas, las cuales fueron cultivadas con gran éxito debido al clima y la fertilidad de las tierras de este lugar. Por ello, a Tulyehualco también se le reconoce como el lugar de nacimiento del dulce de amaranto "Alegría".

Este es el motivo por el que desde hace 43 años se lleva a cabo la muestra culinaria, que en este 2014 se efectúa hasta el próximo 23 de febrero, con una gran participación de sus pobladores, pues más del 50 por ciento de la economía de la región se basa en la comercialización de los productos mencionados.

Con el amaranto, además de ser materia prima para la elaboración del dulce también es empleado como suplemento alimenticio para la preparación de panes, galletas, atole, así como diversos platillos, como chiles rellenos, tortas de verdura, pollo, albóndigas, pizza, atole y aguas frescas.

Virtudes del aceite de oliva

En cuanto al aceite de oliva una de sus principales características es que por su alto contenido en grasas monoinsaturadas y polifenoles, es un excelente auxiliar para la reducción del colesterol, además de que en el plano gastronómico tiene la capacidad de destacar el sabor y el aroma de los platillos.

Este producto se divide en tres tipos: aceite de oliva, virgen, y extra virgen, éste último, el más natural de todos los aceites y el de más alta calidad.

En México, la producción de aceite de oliva representa un dos por ciento del total de la elaboración de aceites en el país, con pronósticos de buen crecimiento, de acuerdo con el international Olive Council, señala el Estudio de Aceite de Oliva en México (elaborado por Pro Chile, marzo 2012).

En este estudio, se destaca que la cocina mexicana tiene un mayor consumo de otros aceites de origen vegetal, como el de girasol, soja, cártamo y nabo que representan más del 90 por ciento del consumo nacional.

Destaca que la producción de aceite de oliva en nuestro país ha sido tradicionalmente inexistente, aunque ha registrado algunos signos de actividad.

“El cultivo del olivo en México es una fuente de ingresos importante en las regiones de Sonora y Baja California, sin embargo, los principales problemas que se enfrenta el cultivo de olivo en México son el clima, la falta de financiamiento, el mal manejo de las huertas y la presencia de plagas”.

De esta manera, la importación juega un papel fundamental en el mercado del aceite de oliva nacional, que en los últimos años ha ido en acelerado crecimiento debido al furor de la cocina gourmet, sin importar la propuesta o el tipo de gastronomía.

Ejemplo de ello es el restaurante Tino Vino, ya que en su carta destacan platos, en los cuales los productos del olivo tiene gran relevancia.

El chef de este lugar, Edson Sánchez, señala que la prioridad de este lugar es que el comensal tenga una grata experiencia gourmet, con una buena relación entre el precio y la calidad por lo que los productos que utilizan son cuidadosamente seleccionados, como el aceite de oliva en su variedad extra virgen, el cual dice, la cultura de su consumo apenas está en expansión en nuestro país.

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