AMSTERDAM.— En las películas los robos se hacen con criminales cuya planeación meticulosa y equipo de alta tecnología evitan que sean detectados. Pero los ladrones que se llevaron siete pinturas de Picasso, Matisse y Monet valuadas en millones de dólares de un museo en Rotterdam parecen haber elegido un estilo menos glamoroso, confiando principalmente en su velocidad y fuerza bruta.

El robo a la exposición del museo Kunsthal ya es investigado pero la policía dijo ayer que no tiene sospechosos en el caso, el mayor robo en el país en más de una década, aunque un llamado a testigos ha arrojado más de una decena de pistas.

La directora del Kunsthal, Emily Ansenk, rechazó las críticas a la seguridad del museo. El martes por la noche defendió el sistema diciendo que era “de punta” y agregó que las aseguradoras estuvieron de acuerdo en dar cobertura a la exposición. Pero a pesar de esto los ladrones lograron escaparse.

Las pinturas que se llevaron valdrían unos 100 millones de dólares en total de ser vendidas hoy en subasta. El robo genera dudas sobre si la seguridad en el museo Kunsthal, diseñado por el renombrado arquitecto holandés Rem Koolhaas, fue suficiente para proteger las pinturas. Según expertos, el diseño y la ubicación del edificio pudo ser lo que atrajo a los ladrones en un principio.

Tras las pistas

“Como aficionado a los museos es fantástico, como experto en seguridad es una pesadilla”, dijo el experto en seguridad de museos Ton Cremers. Y es que el recinto queda en una gran avenida que lleva a una glorieta a casi dos kilómetros que se conecta con autopistas hacia tres destinos diferentes.

Las pinturas estaban expuestas en la planta baja, en una zona que se puede ver desde afuera por las paredes de cristal. Aunque la policía y el museo han rechazado hablar sobre los elementos que podrían haber facilitado el robo, los detalles están claros.

El robo ocurrió a las 3 de la madrugada del martes. Los agentes, que llegaron cinco minutos luego de que se activara la alarma, se han centrado en una salida de emergencia detrás del edificio, que lleva directamente a la sala principal en la que hay pinturas a pocos metros.

El martes, la policía revisó la salida en busca de huellas digitales; en el exterior del museo podían verse marcas de un automóvil que se alejaba del edificio, pero por ahora no hay sospechosos ni pistas del vehículo. (AP)

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