Tizoc Arroyo es un actor poblano que revindica el arte de interpretar y representar a una sociedad desde su complejidad. Formado en el Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde hace 20 años busca mantenerse siempre a la vanguardia, y como varios de sus compañeros, forma parte de la generación de artistas que se suman a las plataformas audiovisuales y asumen la responsabilidad de generar nuevos proyectos artísticos.

Con más de 18 películas en su haber: Infelicidad (2015), Dos auroras (2006), El Edén (2004), y diferentes puestas en escena como Instinto (2017), Estudio sobre el viento (2013) y Ocho historias de cantina (2005), el actor también ha participado en series y telenovelas como La querida del Centauro 2 y Yo no creo en los hombres, además ha dirigido tres producciones a través de su propia productora llamada Cacumen Teatro.

En entrevista con el UNIVERSAL Querétaro, Arroyo compartió parte de su experiencia como actor y productor, además adelantó algunos detalles sobre sus próximos proyectos.

¿Cómo ha sido tu experiencia en las nuevas plataformas audiovisuales?

—Ha sido una sorpresa, sobre todo por el impacto que es diametralmente más grande que en el teatro y cine no comercial. Por ejemplo, La querida del centauro estuvo en muchos países y es un proyecto que se generó en Estados Unidos para Telemundo, la produjeron en México a través de Teleset, y luego se distribuyó a nivel internacional. Actualmente puede verse a través de Blim.

¿Cómo son este tipo de producciones de acción?

—Nos entrenan y enseñan a realizar coreografías de golpes y acrobacias, además nos brindan capacitación para utilizar armas; tuvimos muchas sesiones de disparos porque hay escenas de balazos, golpizas, allanamientos y persecuciones, es muy divertido.

¿Cuáles son los proyectos que tienes en puerta?

—En el mes de Octubre voy a estrenar una obra que se llama Homicidas gourmet en el Teatro del Centro Cultural Helénico (Ciudad de México), una comedia de humor negro que será dirigida por Aarón Hernández, así que cerraré el año con mucho teatro, más lo que se sume.

¿Cuándo te involucraste con el mundo de la producción?

—Todo sucedió por casualidad. Yo quería montar una obra de teatro y no sabía cómo hacerlo, pero de cualquier manera lo intenté. En el proceso me di cuenta de que producir no se me daba mal y decidí hacer proyectos cada vez más grandes.

Actualmente, tengo mi propia empresa productora llamada Cacumen Teatro, a través de la que hemos montado La monarquía perfecta, el panfleto del rey y su lacayo, Ornitorrinco e Instinto y vamos por la cuarta producción. En esta nueva me junté con mi amigo dramaturgo Alfonso Cárcamo, al lado de quien estudié en la UNAM.

Llevaremos a escena la historia de tres hombres que están llegando al cuarto piso y se preguntan si han logrado todos los objetivos que se plantearon. Es una comedia de humor negro con muchos enredos donde sale a relucir el valor que le damos al matrimonio y el amor.

arq

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