La primera en llegar a los fogones de Pedro Ortega fue la chef mexicana Betty Vázquez, embajadora de la gastronomía de la Riviera Nayarit. Juntos prepararon un menú donde combinaron los sabores de tierras oaxaqueñas, de donde es originario Pedro, y los del mar.

Los siguientes invitados serán, en orden de aparición, Pablo San Román, Guy Santoro, Patricia Quintana, Rafael Bautista, Daniel Ovadía, Josefina Santacruz, Carmen “Titita” Ramírez Degollado y Kazu Kumoto. Para cerrar con broche de oro desde Oaxaca llegarán Alejandro Ruiz y José Manuel Baños.

“Mi mayor satisfacción es en este momento que me están festejando y lo estoy viviendo intensamente, ahora me siento más comprometido a sorprender a los comensales, tengo que ser creativo siempre. Agradezco mucho a mis amigos y compañeros que trabajan conmigo porque sin ellos yo no podría hacer nada, porque uno no puede hacer nada solo”, asegura el cocinero mexicano Pedro Ortega.

DESDE LA BAHÍA

Para comenzar este homenaje se invitó a Betty por la cercanía y el cariño que se tienen ambos chefs. “Si he aprendido de una casa a ser restaurantera y de una cocina a ser cocinera es gracias a Estoril y a Pedro. Hay una comunicación muy especial, conozco la cocina desde niña, celebré mis 15 años con ellos. Tuve la oportunidad de venir al Distrito Federal a cocinar por cinco años consecutivos a esta casa”, explica la cocinera Betty.

“Venir con el chef Pedro este año es particularmente especial porque a la gente se le debe honrar en vida. Él es un cocinero que ha estado 43 años aquí, pero más de 50 años en las cocinas. Es un ser extraordinariamente humano con gran sensibilidad, creatividad y no hay salsero más perfecto que él”, agrega la cocinera.

Por su parte, Pedro platica, “a Betty la conozco desde hace 30 años, hemos convivido intensamente con su familia, llegar a Hotel Canela es llegar a casa. La adoramos, la queremos mucho, ha estado conmigo en las buenas y en las malas. Cuando me fui a Europa Betty se hizo responsable de mi cocina y ha estado de invitada cada año”.

Con la sencillez que lo caracteriza, el chef asegura que será un año para disfrutar con amigos muy queridos. Aprovecha para recomendar a los estudiantes que “se metan muy de lleno a la cultura mexicana y que sean investigadores, que vayan a comunidades y regiones, que aprendan de las costumbres porque los rincones de México tienen muchos secretos. Ser cocinero no es un hobbie, hay que tomarlo en serio y deben sentirse orgullosos de ser mexicanos”.

Finalmente agrega que “la cocina mexicana ha revolucionado y ahora sí empieza a estar a su nivel y a ser reconocida. Nosotros tenemos una cocina grandiosa, llena de folclor, cultura y un mosaico hermoso, que no se compara con otra.

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