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Reconocido por pintar pollos y otros animalitos descorazonados, reconocido por pintar en bardas, piedras, en una libretita que seguro debe llevar a todos lados y, quizá, hasta debe pintar en las servilletas que sobran en la mesa; reconocido por su nombre: Julián Manuel Guzmán Vallejo, aunque sea más idolatrado por el sobrenombre de La Remolacha.
Y es precisamente La Remolacha quien presenta en Galería Libertad la obra más reciente de Guzmán Vallejo, una mezcla de dibujo más pintura vinílica y óleo sobre tela, sobre papel, algunos corrugados por naturaleza y otros a desdicha. Y toda esta mezcolanza de pasión e ingenio, se exhibe bajo una consigna ineludible: Es tu perro, tú lo bañas…
En la serie resaltan personajes ya característicos en el historial pictográfico de este joven creador: los pollos, y éstos parecen saltar de un cuadro a otro, como testigos fieles de la vida, porque es de la vida, con sus desaguisados y guisados condimentados, de lo que habla La Remolacha.
Ejemplo: “Ojalá la vida fuera un kinder y todo se solucionara con ir a la zona de colchonetas…”, se lee a modo de título en uno de los cuadros. Y así toda la exposición: “El hambre y el amor provocan que uno haga estupideces…” Otra: “Todos mis amigos imaginarios sabían que debíamos de haber estado juntos…” Una más de La Remolacha: “No nací para andar buscándote…”.
Aunque pudieran parecer chispazos de buen humor, las obras se basan en peripecias reales sobre el amor, el desamor, la soledad, la idea de existir. Y crea personajes únicos, pero sin dar seguimiento a líneas formales, en el universo “remolachezco” no queda espacio para cuestionamientos de técnica ni estética, todo es posible.
De arquitecto a pinta pollos. Julián Guzmán Vallejo estudió arquitectura en el Tecnológico de Monterrey, el dibujo y la pintura llegaron como un pasatiempo, una terapia a color en donde la perfección y rigidez del proceso arquitectónico quedaba fuera.
Amigos imaginarios (Museo de la Ciudad, 2010), En la otra vida fui una licuadora (Galería Libertad, 2012) y Recuerdo de unas vacaciones en tu universo (SEJUVE, 2013) son las exposiciones que anteceden a Es tu perro, tú lo bañas…
Los mundos de La Remolacha no están sólo en galerías y museos. En la calle Ronco Pollo (colonia Álamos) creó un pez que no tiene cara de pez, pero lo es (o algo así) que era dirigido desde el interior por un pollo.
Hay más murales en Querétaro de Julián, algunos los ha trabajado con otros artistas, en este caso sólo hace falta buscar sus personajes, los pollos o sus híbridos de pez y aves, como los que presenta en Es tu perro, tú lo bañas…, que se exhibe hasta el 31 de mayo.