“El 3D está hecho para verse en pantallas de cine o incluso en IMAX, es un espectáculo visual que no puede equipararse si quieres verlo en un tableta o en una televisión en tu casa. Acudir a las salas es una experiencia más enriquecedora, debido a que hay una sincronización de todo un equipo tecnológico que aún no puede integrarse en los hogares”, aseguró en entrevista el especialista en diseño de nuevas tecnologías por parte de la Universidad Iberoamericana, Luis Roiz.

Estos argumentos se reflejan en las cifras de ventas, ya que en el año 2012, apenas un 5 por ciento de los consumidores estadounidenses tenían en casa una pantalla con 3D, mientras que en este 2014 apenas se rebasarán las 90 millones de unidades vendidas a nivel mundial, según los reportes de la compañía DisplaySearch, un número bajo si se considera que estos productos vieron la luz en el 2010.

En el caso de México, esta tecnología llegó de la mano de las firmas LG, Sony y Panasonic, para poder observar las imágenes tridimensionales es necesario colocarse unas gafas, cuya batería debe cargarse antes de poder usarse, lo que representa molestia para las personas.

Aunque en un principio cadenas de televisión internacionales pusieron énfasis en la producción de contenidos 3D, en el año 2013 dos de ellas, ESPN y la BBC decidieron dejar de transmitir en este formato, debido a la poca demanda e interés por parte de los televidentes.

De acuerdo con cifras de la cadena televisiva del Reino Unido, los Juegos Olímpicos de Londres se transmitieron utilizando la tecnología 3D, sin embargo solo la mitad de los 1.5 millones de televisores que poseen este recurso en esa región, lo utilizaron.

Antonio Hidalgo, vicepresidente de Ventas de Home Entertainment en LG, afirmó que “el 3D dejó de ser el elemento diferenciador y ahora se incorpora a los dispositivos como una función básica dentro de las características de los recientes modelos de televisores”.

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