El gusto de Emilio Navaira por José Alfredo Jiménez y Pedro Infante lo hizo aprender español, pues aunque tenía ascendencia mexicana nació en Estados Unidos, dice Oscar Flores, director de Apodaca, disquera que representaba al cantante de 53 años que murió la noche del lunes en San Antonio a causa de un paro cardiaco.

“Cantaba bonito el español, pero hablaba y entendía poquito; fue por ellos que aprendió. Por ahí del año 1992 le hablaba de Monterrey y lo convencimos de venir; hicimos un disco de éxito tras éxito porque seleccionamos las canciones que gustarían aquí, ya que el público es muy distinto”, contó.

Porque llenaba tanto los rodeos es que se ganó el apodo “El rey del rodeo” y su crecimiento se notó hasta llegar al Festival de Acapulco, en donde se le hizo un reconocimiento. Con su carrera en ascenso participó en algunas telenovelas y junto a Selena se convirtió en uno de los grandes representantes del género texano.

“Fue un hombre con mucha hambre de triunfar. Me decía compadre, de negocios no sé, pero a mí ponme a cantar. Acababa un disco y ya andaba buscando canciones para meterse a grabar; era un profesional, un orgullo para Texas, se ponía la camiseta, no era de esos que cantan por ganar sino porque le gustaba”, recordó Flores.

En 2008 sobrevivió a un accidente automovilístico, cuando conducía su autobús en estado de ebriedad y estuvo por semanas grave en el hospital. Derivado de esto se le concedieron dos años de libertad condicional y tres días de cárcel. En 2010 volvió a los escenarios tras su recuperación, lo que significó una gira a lo largo de México y Estados Unidos.

“Decía que volvía a vivir gracias a los fans porque casi pierde la vida, batalló en recuperar la memoria pero estaba agradecido con la vida y Dios le dio seis años más, fue duro recuperarse. Su esposa e hijos salieron a las 18:30 de ayer y cuando regresaron a las 20:30 ya lo encontraron sin vida. Tienen pensado que el domingo se despidan los fans para que el lunes sea el entierro o velorio”, señaló.

Para mediados de junio tenía planeada una gira, pues era una persona que trabajaba todos los fines de semana. “Siempre fue de mucha acción, pero la entrega al mil creo que fue después del accidente”, refierió Flores.

Aunque la familia es la que decidirá sobre un disco póstumo o de homenaje, confesó cuál fue el deseo pendiente. “Se quedó con las ganas de grabar un dueto con Ramón Ayala. Hablaron varias veces, pero lamentablemente nunca coincidieron”.

A.B Quintanilla, Lupillo Rivera y Ana Bárbara lamentaron su muerte.

Google News

TEMAS RELACIONADOS