MADRID.— Le preguntaban por el momento del cine español, pero David Lynch, que visita Madrid para clausurar un festival, aprovechó para cargar las tintas contra el gobierno estadounidense:

“No les importa nada el cine, excepto si hace dinero”, afirmó.

El impredecible director de películas radicales, extrañas y fascinantes como Mulholland Drive o Blue Velvet lleva sin estrenar un largometraje desde 2006, y su última película, Inland Empire, se la tuvo que financiar una productora francesa ante el desinterés de Hollywood.

“Es muy importante que un país apoye su arte”, señaló Lynch en una rueda de prensa, “la actitud de Estados Unidos es embarazosa”, añadió el cineasta.

La pregunta inicial estaba relacionada con una reciente polémica en España por unas declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuestionando la calidad del cine español.

Pero Lynch dijo no saber nada de cine español, “ni del yugoslavo, ni del alemán; me gusta hacer películas, pero no me entero del resto”, aclaró.

Eso sí, conoce a Pedro Almodóvar (Kika, Los abrazos rotos), “un gran tipo, un amigo”, señaló.

El cineasta de Montana, EU, de 67 años, impartió ayer una conferencia sobre meditación trascendental en el Museo Reina Sofía, como parte del programa del Festival Rizoma, de arte, música y cine, que se encarga de clausurar.

Su visita a Madrid terminará mañana con una clase magistral y por la noche una cena.

Para finalizar, asistirá a una cena “lynchiana” que tendrá lugar en el Círculo de Bellas Artes.

Sobre sus nuevos proyectos cinematográficos, parece no tener pisa. “He escrito algo, y estoy contento con el trabajo”, aseguró el genio de Montana a los periodistas, “pero siempre surge la necesidad de hacerlo mejor... No sé qué será lo siguiente que haga, pero las ideas fluyen”, añadió el realizador de Inland Empire, su más reciente filme (2006). (EFE)

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