La imagen de tres varones, miembros de una familia otomí de Tolimán, Querétaro, se conserva como la fotografía más antigua encontrada en el estado. Esta pieza de 1857 se presenta por primera y única vez en la exposición Querétaro íntimo. Fotógrafos 1950-2012, en la sala Profundis del Museo Regional y permanecerá ahí hasta enero de 2013.

Guadalupe Zarate, historiadora encargada de la investigación de esta exposición, junto con Gabriel Arturo Juárez, comentó que la fotografía permaneció por más de 100 años como una reliquia para los descendientes de esa familia, hasta que la donaron al acervo del museo.

“Es la más antigua hasta ahora encontrada, es un ferrotipo, que es una técnica fotográfica de la que no encontramos otro ejemplar, al menos hasta ahora en Querétaro”, dijo Guadalupe Zárate, quien lleva 10 años investigando en torno a la fotografía y quien actualmente trabaja en la obra Fotografía histórica, historia fotográfica.

Según las investigaciones, es posible que la imagen se capturara por un fotógrafo itinerante en San Juan del Río, a petición de la propia familia.

“No la mandó a hacer un antropólogo, un científico, una gente de gobierno, fueron ellos lo que tuvieron su dinerito y se fueron a buscar un fotógrafo, lo encontraron posiblemente en la calle, posiblemente se trata de un fotógrafo itinerante de los que recorrían en esa época los estados, porque en esa época la fotografía era todo un espectáculo”.

Por motivos de conservación, la pieza se expone por primera y única vez al público en Querétaro íntimo. Fotógrafos 1950-2012, una exposición que representa 62 años de historia de la fotografía en Querétaro, con obras de 20 fotógrafos, algunos docentes y otros fotorreporteros, así como expertos retratistas.

También existen cámaras, negativos en vidrio, imágenes en blanco y negro y a color, de diversos formatos, propiedad de dos clubes de fotografía y de los estudios Torres, Galván, Martínez y Larrondo.

El estudio Fotografía Torres, ubicado en la esquina de la calle Invierno y Primavera, a una cuadra del Jardín de los Platitos, fue abierto en 1956 por David Torres González, luego de 20 años de haber trabajado con el fotógrafo Adalberto Servín.

A principios de octubre de 2012, David Torres falleció, pero su legado de 75 años en la fotografía está visible en esta exposición y en el trabajo de su hijo José Torres, quién desde los cinco años comenzó a trabajar en el estudio, haciendo los sobrecitos con los que se envolvían las fotografías y prendiendo y apagando la luz.

Ahí, José conoció los negativos impresos en vidrio, después en celuloide, conoció la iluminación con luz continua y la foto tradicional hasta que en 2007 comenzó a tratar con lo digital, sin dejar de hacer uso de la foto análoga.

“Con la fotografía digital podemos hacer mejores trabajos en cuestión de composición, en cuestión de restauración, antes era casi imposible restaurar una fotografía porque antes era puro retoque sobre el negativo y un poco en el positivo, en realidad hay ganancias combinando los dos aspectos”, dijo José, encargado del estudio Fotografía Torres, que además prestó su cámara Eastman Kodak para esta exposición, siendo esta cámara junto con la fotografía de la familia otomí, las primeras piezas que abren la exposición, Querétaro íntimo. Fotógrafos 1950-2012, exhibición que busca para promover en las nuevas generaciones la historia de la fotografía en Querétaro.

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