Iván Reséndiz Revuelta es un niño de 10 años de edad, cuyo talento en la música y el canto lo han llevado lejos de su país, hasta Austria, donde él y Antonio López-Ríos Vázquez son los únicos mexicanos que forman parte del prestigiado coro de los Niños Cantores de Viena, pero esto es un sueño que sólo fue posible gracias al apoyo de sus papás.

Rocío Revuelta Pellicer y Omar Reséndiz Ruiz son arquitectos de profesión, es por eso que no saben de dónde obtuvo Iván el talento y el gusto por el canto y la música, pero él responde con mucha seriedad: “Me nació a los 8 años, cuando entré al Conservatorio”.

Y es que detrás de esa formalidad y buen comportamiento, se esconde un niño como cualquiera, inquieto y lleno de curiosidad, algo que movió a sus padres para buscarle otras forma de canalizar toda la energía que tiene.

“A veces es un demonio”, dice bromeando su mamá, por lo que Omar Reséndiz explica: “Es un torbellino, siempre estuvimos buscándole cosas qué hacer, pero empezó a descartarlas hasta que se quedó con la música”.

Este fue el primer paso para su prometedora carrera, y que hoy lo tiene en Austria desde hace cuatro meses: “Mientras estaba en el Conservatorio Nacional de Música, me interesó mucho los Niños Cantores de Viena, los vi a través de videos, y la maestra de coro Teresa González me preparó alrededor de un año para que me mandaran a hacer la entrevista”, dice.

Su papá Omar fue quien lo acompañó a Viena para la prueba. Con este hecho la separación de la familia era inminente: “Cuando se van y me hablan para decirme que sí se quedó, yo me puse a llorar de emoción y de lo que iba a pasar con nosotros”, explica Rocío.

Así comenzó la aventura donde Iván pasa su tiempo aprendiendo el idioma alemán y clases regulares desde las 7:30 de la mañana hasta pasadas las 18:00 horas, horario en el que asegura, le queda tiempo para divertirse. “Juego, me divierto como todos los niños, practicamos futbol”, cuenta.

Dicen que gracias a la tecnología ellos han podido mantenerse unidos, pues diariamente se comunican por Skype, algo fundamental para Rocío, porque toda la semana está sola en Austria y sólo sábados y domingos puede ver Iván.

En estos cuatro meses, Iván lleva ya 15 conciertos en Europa, tiempo en el que su mamá ha podido verlo sólo un par de veces. Su padre Omar no ha corrido con la misma suerte, pero eso cambiará cuando los Niños Cantores de Viena se presenten el 10 de septiembre en el Teatro Metrópolitan de la ciudad de México.

“Vamos a tener música de todo, clásica, rock y típica de México. Es una excepción que vengamos, porque hay dos mexicanos en el coro”, finalizó Iván.

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