¿Quieres festejar a tu mejor maestro? Qué mejor lugar para hacerlo que en el reconocido restaurante Dulce Patria, donde la chef Martha Ortiz, presenta su Narrativa Gastronómica, a través de diversos platillos inspirados y dedicados al talento femenino mexicano.

Como parte de esta narrativa, Martha Ortiz ideó tres menús; el primero, con el que se inició este proyecto, estuvo pensado en la filigrana de Luciana Corres; el segundo, dedicado a Fiorenza Cordero, tiene como protagonistas a los insectos místicos, heredados de nuestra gastronomía prehispánica, y propios de nuestra tierra, de la cual se enorgullece la chef, considerada entre las mejores gastrónomas del país, no sólo por su pasión culinaria, sino porque sabe combinar a la perfección la gastronomía con el arte en cada una de sus creaciones.

Y el tercer menú, el cual estará listo en junio, estará dedicado Cannon Bernáldez y su talento fotográfico.

El misticismo de los insectos

La chef comenta que ha recibido enormes satisfacciones por las filigranas degustadas y que está viviendo el regalo de los insectos místicos y la cultura mexicana.
“Gozamos ya del recuerdo anticipado de la toma fotográfica, que se presentará a partir de junio”, destaca.

Aclara que de lo que se trata el menú dedicado a Cordero, es presentarlo en este mes de mayo, en particular para recordar lo sagrado.

Esta narrativa gastronómica se divide en tres capítulos, y su objetivo es “celebrar con mis hermanas diseñadoras y fotógrafas, al talento femenino, pero sobre todo el ingenio del mexicano”, puntualiza.

Para Martha, comer no se limita a una degustación, “sino que existe el supuesto de que el objeto es sujeto, es comestible, palpable y crea momentos eternos en nuestra memoria”.

Experiencia inolvidable

La experiencia en Dulce Patria no inicia con la degustación de los platillos, sino desde que uno se adentra en esta gran casona de Polanco, donde resaltan a la vista los detalles de esta artista de la gastronomía, con racimos de flores bordadas por manos oaxaqueñas; decenas de gladiolas rojas que le dan un toque mágico a cada rincón del restaurante, y que son el preludio para degustar una inigualable agua de pepino con apio y limón, o la de limón tatemado con sal de gusano, que es parte del menú que ahora presenta en honor de la diseñadora de joyería, Fiorenza Cordero.
Para continuar con esta experiencia, el mesero pone en las manos del comensal, un inesperado y bello menú, decorado como arte-objeto, creando un hilo conductor con los platillos que son historia.

Un gran regalo al paladar

En este segundo menú, el cual el comensal podrá disfrutar sólo en mayo, está compuesto por agua fresca de limón tatemado con miel y sal ahumada de Colima; escamoles con huevos tiernos, salsa verde cruda, y la mística del emperador prehispánico; sopa fría de coco con aguacate, semilla de cilantro y escarcha de chapulín; ensalada de frutas frescas, con vinagreta de chamoy, frambuesa, zarzamora, sal de gusano y aguanieve de rábanos picante; cuachinango a la talla con verduras al carbón, vainilla y hormigas chicatanas, y como postre, “María va a la florería y ahora es reina”, y “salamandra en joya de cacao con su jardín secreto”.

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