La Big Band que se presentó en el QBO, el viernes pasado, no era tan grande tomando en cuenta que, en los años 20 y 30, este tipo de agrupaciones juntaban y tocaban con más de 20 músicos.
La MC Big Band está integrada por una decena de músicos, todos ellos alumnos y profesores de la escuela de música Music City College, de ahí el nombre.
Piano, teclados, batería, guitarra, metales, una corista chiquita y bonita y un cantante calvo, Eduardo Martínez.
La MC Big Band no sonaba como una real Big Band, por obvias y comprensibles razones. Nació como un proyecto escolar y pretenden convertirlo en una banda profesional. “Ya estamos viendo a un representante”, dijo el director de la MC College, David Gómez Oropeza.
Más que un concierto, una clase
Eduardo Martínez no canta como Frank Sinatra, nadie puede hacerlo, y tampoco es un “crooner”, pero tampoco le hace falta.
Más que un concierto, la MC Big Band y Martínez ofrecieron una máster class de la música de las grandes bandas.
Clase magistral, gracias a Eduardo Martínez que entre tema y tema explicaba y daba detalles de las canciones a interpretar, aportaba nombres, fechas y, además, tradujo las letras de las melodías y las proyectó en una pantalla, con el pequeño detalle de que traducidas ya no saben igual.
En resumen, fue una magnífica clase de música de bandas, con un concierto en el que el público no fue exactamente el adecuado, pues, mientras más noche se hacía, no atendía ni las canciones, ni las explicaciones, ni las láminas lo suficiente para valorar el talento de los artistas en escena.
