En San Pedro Ecatepec en el municipio de Atlangatepec, un pueblo con tradición, todavía se puede degustar del pulque y sus derivados, limpios y de primer nivel. Don Lucio Leal, quien desde chico acompañó a su abuelo y a su papá en los trabajo de raspar maguey, comenta que de esta planta se come todo. Para empezar el aguamiel que se obtiene al capar el maguey y después se hace el pulque, ideal para refrescarse y cocinar.

También se consume el gusano blanco que aparece en marzo y que es conocido como gusano de Cuaresma o de maguey. Hay otro gusano de la planta el chilocuil que es rojo y se da en la raíz del maguey, éste se prepara en salsa verde, frito o comaleado en tacos.

Otra de las partes que se come es el quiote o flor del maguey, se prepara tierno con huevo y cuando está maduro se pone a hervir o freír, se hace en tortitas en salsa verde o fritas con longaniza. Una delicia del maguey es el llamado huevito o corazón del maguey, que se hace también con huevo o cocido.

Las pencas del maguey también se usan para cocinar, ya tostadas se doblan y se utilizan para hacer barbacoa o mixiote, aunque no es muy bien visto porque por una pequeña cutícula o camisa de la penca se muere la planta entera. Lucio argumenta que vale la pena comprar pulque en la comunidad porque es un producto saludable y barato con el que se puede apoyar a los productores.

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