“Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente. El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones”. John Perry Barlow: Declaración de Independencia del ciberespacio.

El 8 de febrero de 1996, en Davos, Suiza, John Perry Barlow -cofundador de la Electronic Frontier Foundation (EFF) con John Gilmore y Mitch Kapor-, dio a conocer “La Declaración de la Independencia del ciberespacio”, en respuesta a la Telecommunications Act, la cual, de acuerdo con Perry Barlow: “repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, DeToqueville y Brandeis”.

El texto no solo representa una emotiva reivindicación del ciberespacio soberano, además comprende cuestionamientos a aquellos gobiernos que han pretendido convertir a Internet en un panóptico digital, dedicado a realizar funciones de vigilancia al detalle de los ciudadanos –como ha ocurrido recientemente.

Las filtraciones realizadas por WikiLeaks como las revelaciones de Edward Joseph Snowden- ex empleado de la Agencia Central de Inteligencia y de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, quien reveló la existencia de PRISM, el programa de vigilancia que intercepta y almacena comunicaciones electrónicas en todo el mundo, así como las operaciones de vigilancia que realiza la NSA- han confirmado los presagios que en febrero de 1996 anticipó Perry Barlow.

En noviembre de 2013, en el marco del Tercer Encuentro de Comunicación Audiovisual, celebrado en Mar de Plata, Argentina, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a través de un video afirmó: “Internet ha sido ocupada militarmente por Estados Unidos y sus aliados anglosajones del Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda con el fin de dominar las sociedades perdiendo la soberanía nacional y la libertad”.

Assange atinadamente ha razonado: “la vigilancia no es solamente un asunto de democracia y gobierno, sino también de geopolítica. La vigilancia de una población completa por un poder extranjero amenaza naturalmente la soberanía”.

Assange denunció las reprobables prácticas de algunos gobiernos, dispuestos a pervertir Internet para controlarlo: “Internet, nuestra mayor herramienta de emancipación, se transformó en la facilitadora más peligrosa del totalitarismo jamás vista. Es una amenaza para la civilización humana”.

El lunes 9 de diciembre, algunas de las firmas de Internet -AOL, Apple, Facebook, Google, LinkedIn, Microsoft, Twitter y Yahoo!-, realizaron un pronunciamiento para solicitar a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, limitar las operaciones de vigilancia de la NSA.

Sin embargo, debemos tener presente que en no pocas ocasiones estas empresas han sido objetadas por haber colaborado con determinadas instituciones del gobierno estadounidense en prácticas de espionaje. A esas empresas en primer lugar les preocupan sus negocios, como señala Brad Smith, presidente ejecutivo de Microsoft: “La gente no quiere utilizar tecnología en la que no confían. Los gobiernos pusieron en peligro esta confianza y deben restaurarla”.

El 2014 se perfila como un año en el cual serán introducidos interesantes gadgets. Pero, no debemos perder de vista un aspecto fundamental en el desarrollo de Internet: La soberanía del ciberespacio.

Investigador y consultor en la Dirección Adjunta de Innovación y Conocimiento de INFOTEC.

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