Cada año, el colegio Carol Baur celebra su acostumbrado fin de cursos con el programa El niño y el arte, que se trata de un momento culminante en el que los pequeños demuestran la sensibilidad aprendida a lo largo de su educación preescolar, a través de hermosas pinturas.

La sensibilización para las artes comienza desde los más pequeños, quienes son enseñados a través de conceptos básicos como color, forma, dimensión y tamaño. Después, los más grandes estudian historia del arte comenzando desde las pinturas rupestres, hasta los artistas contemporáneos; todo basado en el tema del orgullo de la identidad nacional.

“A través de la observación, a los niños se les despierta el interés por las bellas artes, por ir a museos y descubrir el conocimiento a través de la historia del arte. A partir de eso, se desarrolla su sensibilidad, no sólo de manera artística, sino también emocional; todo lleva a ese camino estético de belleza en el alma y en la mente del pequeño”, detalla Sandra Maldonado, directora general de los Colegios Carol Baur.

Durante la presentación de las obras, los padres fungieron como compradores potenciales de arte, ya que al finalizar el evento, todo lo recaudado fue destinado al programa “Salva a un niño del Sida”, que brinda alimento a los pequeños que nacen de mujeres que padecen esta enfermedad, así como evitar que nazcan con este mal.

La directora de los colegios destaca que esta educación es completamente apta para los niños nacidos en México, quienes con el paso del tiempo llegan a traspasar las fronteras con todo el orgullo de ser mexicanos.

“Genéticamente el niño mexicano tiene una gran capacidad y sensibilidad que le permite romper barreras e integrarse a la globalización con todo el respeto que merece por estos premios”, señala a propósito de las pinturas que concursan en el extranjero y reciben galardones.

Los trabajos de los pequeños artistas compiten de entre 50 a 53 países y son escogidos de más de 50 mil trabajos que llegan de todo el mundo, para resultar triunfantes en concurso internacionales de artes plásticas promovidos por la UNESCO, tal como el Loui Francois o el de la escuela Graines d’artistes du monde entier, ambos de Francia.

Maldonado señala también que esta educación trasciende con la sensibilidad hacia las cuestiones humanas que con el tiempo desarrollan estos pequeños, ya que hoy en día recuerda a algunos alumnos que pasaron por las aulas del Carol Baur y que ahora se desempeñan en distintas áreas, tal como Ana Paula Berlín, quien es una joven que actualmente estudia una maestría en derechos humanos en la India o Netzi Sánchez, quien labora en el Instituto Nacional de Pediatría como endocrinóloga, “se volvieron sumamente humanistas”, destaca la directora.

Como parte del seguimiento de los pequeños que pasan por esta educación, la directora compartió un mensaje que recibió de una ex alumna del plantel Querétaro:

“Gracias doctora Sandra por enseñarnos a sentirnos orgullosos de nuestro país y llevarnos siempre por el camino del servicios a los demás. Gracias Carol Baur por construir los cimientos de la persona que ahora soy, un ser humano que reconoce su misión y pasión al servicio de la humanidad”, leyó en el mensaje de Regina Zamudio, quien actualmente tiene 22 años.

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