Recientemente se publicó en la Gaceta La voz del exalumno de la UNAM un artículo  acerca del gigante reloj solar ubicado en las instalaciones del campus Juriquilla y aquí presentamos algunas de sus revelaciones.

Sin duda, una de las ventajas de los relojes solares sobre los demás es su capacidad para medir la hora, sin necesidad de ser ajustados.  Los relojes solares fueron utilizados desde la antigüedad hasta finales del siglo XIX.  Y, según los expertos, son más precisos que el mejor de los modelos mecánicos o que la mayoría de los de cuarzo.

El  tiempo  verdadero que dura un día es el tiempo que transcurre entre dos culminaciones consecutivas del Sol. Pero, esta duración puede ser variable, debido a que la velocidad de traslación de la Tierra cambia constantemente; por lo cual, hoy en día, los relojes solares no se usan en la vida cotidiana.

Sin embargo, uno de estos fascinantes y extraños relojes solares, puedeser  apreciado por todo público en los jardines principales del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, en la sede de la Universidad Nacional Autónoma de México, campus Juriquilla, aquí en el estado de Querétaro.  Se trata de un reloj solar horizontal monumental, diseñado por Achim M. Loske Mehling, investigador adscrito a esta instancia y es único en su tipo.

En la parte de arriba de este espectacular reloj se encuentran dos escalas con números arábigos. La primera marca la hora solar local en el horario de verano y la segunda durante el horario de invierno, con 60 minutos de diferencia. La hora indicada en estas escalas coincide con la hora local que señalan los relojes de pulso  los días: 15 de abril, 15 de junio, primero de septiembre y  25 de diciembre. Para los demás días del año debe sumarse o restarse la cantidad de minutos que, según la fecha, aparece en una gráfica denominada “ecuación del tiempo”, que puede consultarse en el mismo sitio.

También cabe destacar que a unos metros del reloj solar horizontal monumental, en la biblioteca del Centro Académico Cultural de la UNAM, está la muestra Ars Temporis, colección de relojes solares en los que se mezcla la manifestación del  arte y la  ciencia.

En este mismo sitio, están en marcha los trabajos para diseñar un calendario solar. La sombra que proyectará el indicador sobre su carátula trazará una hipérbola distinta cada día.

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