Nassau.— Cercano el mediodía de ayer, el Bahamas Junkanoo Carnival vio desfilar entre sus calles a cientos de hombres y mujeres en el gran carnaval de casi 40 carrozas. Así fue como el color explotó en los trajes y penachos hechos de plumas, cuentas, listones, diversos materiales de papel, cartón, conchas, telas, diamantina o piedras en distintos modelos, formas, presentaciones, tamaños y combinaciones.

El baile no cesó pese al calor, el sol y los metros recorridos, pues la misma gente a su alrededor esperaba a los participantes y los inspiraba a mover los pies del suelo, así como les aventaba agua fría para refrescarlos.

Con un sentido patriótico incluso se cantó el himno nacional al momento de la apertura y los camiones con mantas con nombres de escuelas o grupos como Magic, Masquerades, Karisma o The Grand Bahama ocasionaron que la vialidad se mantuviera cerrada en algunos puntos.

Aunque temprano se pudo observar a muchos niños y una unión familiar al preparar los últimos detalles de los vestuarios y  peinados, más tarde los camiones, tráilers y tractores empezaron a dispersarse uno de otro y la intensidad bajó un poco.

Fueron cinco los cruceros que se mantuvieron estacionados en el mar, lo que ayudó a que turistas transitaran por el centro de Bahamas.

Acompañados de música tradicional en todo momento y cláxones que apoyaban, el disfrute se notaba en las sonrisas, cánticos y en las propias miradas de quienes portaron los trajes.

Pero la alegría era mayor en los que, con mesas, cervezas, bebidas frescas o comida tradicional proveniente en su mayoría de alguno de los 133 puestos,  vieron el desfile.

Aplaudieron y gritaron uniéndose por un momento a los participantes y su festividad.

Ganador. El bahameño Sammi Starr convirtió su sueño en realidad al ganar el concurso Music Masters en el Bahamas Junkanoo Carnival.

Además de 20 mil dólares, ganó un contrato por un año con la discográfica multinacional Sony Music y la grabación de un disco con un reconocido productor ganador de Grammys Latinos, aunque no se ha dado a conocer su nombre.

Starr comenzó a tocar los instrumentos a los  seis años y cuenta con una familia de músicos ya que también cantaba junto a su padre en la iglesia local. Años más tarde fue reconocido por trabajar con artistas como Sweet Emily, D Mac, M Deez y Sosa Man.

“Everybody jump in da line” fue el tema elegido por los jueces al cumplir las tres bases que se solicitaron al momento de la inscripción: tener contenido lírico, dar un mensaje y contar con una base histórica.

En conferencia de prensa el cantante se dijo agradecido por el apoyo recibido y la recepción del público para su música y afirmó que el dinero lo usará para pagar sus deudas.

Gran clausura. Durante el cierre de la tercera y última jornada del carnaval, que tuvo una buena afluencia durante todos los días, se llevó a cabo un concierto por la noche con el cual los ciudadanos terminaron días de verdadera fiesta y baile.

Con los ánimos encendidos y la presencia del cubano Manolito Simonet y su Trabuco, se siguió con los ritmos tropicales y mezcla de influencias al ritmo de Ira Storr and the Spank Band Funky D.

La emoción se desbordó cuando los artistas Raphael Munnings, Ronnie Butler, D Mac y Stileet se subieron al escenario para despedir el evento.

Con la inversión de nueve millones de dólares los organizadores buscaron superar la cifra de 40 mil visitantes y una derrama  económica de 30 millones de dólares.

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