Durante tres días, ocho horas de cada día, Fausto lijó un trozo de madera y en la alfombra de aserrín que se formó en el piso, escribió la frase de Eduardo Galeano: “¿Tenemos todo prohibido, salvo cruzarnos de brazos?”. La acción-instalación titulada “Nada nos quedó, sólo nuestros brazos” se realizó   por primera vez en Brasil en 2016, y en Querétaro a principios de 2017, como un cuestionamiento al devastador futuro.

Fausto Gracia, quien es performer y artista visual, ayer inició un taller de Performance y Espacio Público en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); el objetivo es acercar a la gente a una práctica artística contemporánea que utiliza el cuerpo como su principal herramienta. “Y es que el cuerpo nos atañe a todos”, dice Gracia.

En el arte acción no se representa a un personaje, ni sigue un guión. El espacio y el cuerpo son ejes básicos y hay dos palabras claves: poética y política.

“El cuerpo se utiliza como principal medio de comunicación y llevado al espacio público nos permite abordar y reflexionar lo que pasa también en el contexto social de una manera poética, pero al mismo tiempo de una manera política en relación al compromiso que tiene la acción con lo que sucede en el contexto”, explica a EL UNIVERSAL Querétaro el artista.

El taller se dividirá en dos partes, en la primera abordarán la teoría y referentes existentes del performance en México, América Latina y en el mundo.

“México tiene una historia muy grande y muy importante sobre el tema del performance, y es importante también  mencionar toda esta información, porque hay veces que vemos que no existe o que es algo como muy nuevo, pero a pesar de eso tenemos muchos referentes y muy importantes, sobre todo en el tema latinoamericano”.

Querétaro también tiene su propia historia. En el libro Arte-Acción y Performance en los muchos Méxicos, coordinado por Josefina Alcázar, Fausto Gracia participa hablando de las acciones realizadas.

“Escribí la historia desde mi perspectiva y experiencia. En Querétaro, por los años 80’s, comenzó la acción pública con artistas como Esquivel; se hicieron una serie de investigaciones desde diferentes áreas y movimientos sociales. La primera vez que yo escuché, aquí en la ciudad, la palabra performance fue en el 2000, pero estaba muy relacionada con una cuestión escénica".

“También desde el ámbito universitario se ha traído a artistas como Lorena Wolffer, Guillermo Gómez Peña, Mónica Mayer y lo que yo sí creo es que en Querétaro en algún momento se empezó a crear su  propio movimiento, y creó sus propios encuentros y festivales; en 2015 se realizó Mujeres en ruta, en donde se invitó a artistas de Latinoamérica para hablar de una cuestión de género”.

El taller inició ayer, y tendrá actividad de 16:00 a 19:00 horas hasta el 13 de abril, en el Centro Cultural Hangar. El programa se realiza a través del Laboratorio de Arte y Nuevos Medios  de la UAQ. La segunda parte del taller será desarrollar una serie de ejercicios y en el último día los participantes presentarán al público sus proyectos.

“Son muy importante los ejercicios, vamos a trabajar de manera individual como en colectivos, vamos a abordar conceptos como tiempo, espacio y presencia, que son ejes para poder trabajar con el tema de performance y que nos van a posibilitar una conciencia, un contacto mucho más grande con nuestro cuerpo, concientizar las posibilidades que el mismo cuerpo nos trae, y a partir de eso vamos a poder construir acciones con una intención y sentido, que ya nos sirvan para   poder pensar en la utilización del cuerpo como una herramienta y que nos puede permitir utilizar el espacio público para abordar situaciones mucho más complejas; sociales, políticas y de todo”, agrega.

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