La actriz Sarah Jessica Parker tendrá que cambiar sus zapatillas de tacón de aguja por otro tipo de calzado más amigable, después de que algunos médicos especialistas detectaron un daño irreversible en sus pies.

Parker tuvo que llevar zapatillas con tacón de aguja casi todos los días durante años y años, mientras interpretaba a Carrie Bradshaw, la protagonista de Sex and the City, una escritora de Nueva York alegre, desinhibida y obsesionada con la moda. En entrevista con la revista digital Net a porter, Parker aseguró que “durante 10 años más o menos he tenido que andar corriendo en tacones. He trabajado 18 horas al día y nunca me las quité... ni me quejé”.

Pero a raíz de que el personaje al que dio vida en Tentación en Manhattan (en 2011) la obligó a usar “zapatos baratos” de suela de plástico con los que solía resbalar, sufrió una torcedura que la llevó al podólogo y éste le descubrió deformaciones.

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