Lindsay Lohan está negociando con el juez que en lugar de que la mande a la cárcel le permite cumplir su condena con un arresto domiciliario, lo cual implicaría que llevara un brazalete de seguridad.

La actriz tiene una cita en la corte en la que tendrá que responder por los cargos de haber mentido y obstaculizado la labor de investigación policiaca en el caso de un choque que tuvo el año pasado en California.

En caso de que se compruebe su culpabilidad, automáticamente el juez tendría que revocar su libertad condicional.

El abogado de Lohan, Mark Heller, no consiguió convencer al juez de la corte de darle más tiempo a la actriz para comprobar su inocencia así que ha cambiado de estrategia. Ahora pretende que Lindsay cumpla su condena en casa.

De acuerdo con algunos especialistas consultados por la página TMZ, la actriz tendría que cumplir 90 días de arresto domiciliario en caso de que el juez conceda esta posibilidad.

La actriz, además, tiene que enfrentar otros cargos civiles en una corte de Nueva York.

Pero Lindsay Lohan tiene otro problema financiero: aún no le paga a su ex abogada los 300 mil dólares que le debe.

De acuerdo con Radar Online, durante más de medio año Lohan no le pagó a Shawn Holley, quien la defendió en varios de sus problemas con la justicia.

Sin embargo, hace unas semanas Lohan despidió a Holley y contrató Mar Heller, quien lleva su nuevo caso por haber mentido a la policía.

Así que además de los 200 mil dólares que aún debe en impuestos al fisco de EU, Lindsay tiene la otra gran cuenta pendiente con su abogada anterior.

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