MIAMI.— Mary Padian es una chica tejana. Calza botas vaqueras, es menudita, fuma, tiene voz gruesa, una energía contagiosa y ojos unos enormes ojos verdes. Es una de las estrellas de ¿Quién da má$? Texas, el show de cable donde se venden unidades de almacenaje abandonadas al mejor postor.

En entrevista con EL UNIVERSAL explica que comprar bodegas para luego vender su contenido sin saber lo que hay dentro es muy similar a internarse en la vida completa de alguien. Y ella ha encontrado muchas vidas contenidas en cuatro paredes.

En alguna ocasión compró un depósito que contenía no sólo pornografía, sino parafernalia y el equipo de una stripper. “Había tarjetas de presentación, pósters, dildos, de todo. Me puse guantes, porque no quería contagiarme de ninguna enfermedad”, ríe.

La mecánica del show es sencilla. Se trata de un reality donde las cámaras siguen a un grupo de compradores que se reúnen en subastas donde se ofertan estos depósitos, cuyos propietarios, por alguna razón, dejaron de pagar.

Este programa es una versión algo distinta al original, que se graba en California, y que en estos momentos es el show más exitoso de A&E en Latinoamérica.

Jenny Grumbles, otra de las protagonistas del programa, considera que el concepto es muy similar, pero la diferencia de personajes, de ambientes y de objetos que pueden encontrarse en Texas hace toda la diferencia.

Grumbles, una mujer guapa, rubia y bronceada, confiesa que de cada cuatro depósitos que compra, en uno encuentra un dildo.

Ambas chicas reflejan en su piel el sol tejano. Viven de comprar unidades y revender lo que pueda ser valioso e incluso crear obras de arte a apartir de la basura de los demás.

En cada cuarto se encuentran con un poco de ese espíritu sureño de rodeo y sol que caracteriza al estado de la estrella solitaria.

En Texas abundan las armas, tanto en armerías como en los depósitos, y este par de chicas ha encontrado en los anaqueles buena prueba de ello.

“Acostumbro tener cuidado, pues nunca se sabe si las armas están cargadas o no. Hay muchas armas en Texas, y esto es genial, porque el armamento se paga bien”, asegura Jenny Grumbles.

Entre los objetos más raros que estas chicas han encontrado está una prótesis de pierna del siglo XIX. “Y me quedaba perfectamente bien”, bromea Mary.

La cercanía con México también se refleja en el programa. Uno de los depósitos más singulares que Padian ha adquirido estaba repleto de piñatas, de todas formas y colores.

Algunos de sus competidores han hallado equipo para marcar el ganado, hasta han encontrado contenedores para esperma.

Incluso se han topado con micrófonos con los que alguna vez grabaron The Beatles, y que por supuesto después vendieron por mucho dinero.

El reparto lo completan un neoyorquino arraigado en la zona llamado Víctor, un par de rancheros cuyos nombres son Bubba y Ricky, así como Moe, un podólogo judío adicto a las colecciones de antigüedades.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Ser un caza tesoros no es cosa fácil, por lo que Mary y Jenny están orgullosas de ser las únicas mujeres en el show.

“Somos la prueba de que las chicas también pueden ir y competir contra hombres, ganarles depósitos y después hacer fortunas al partir de ellos”, dice Jenny.

Bajo la premisa de que todo es más grande en Texas, A&E estrena la nueva temporada del programa este jueves.

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