El tema de la censura no sólo se aborda en el escenario de la puesta en escena Un corazón normal, sino también fuera del teatro, donde hablar de homosexualidad y respetó a la diversidad es aún un tema tabú.

“Nos hemos topado con marcas que no quisieron entrarle porque es una obra que toca el tema gay, marcas de bebidas alcohólicas que no quisieron darnos el coctel”, dijo Horacio Villalobos, productor del montaje.

Sin embargo, también tuvieron la otra parte de la moneda, instituciones como el Gobierno del Distrito Federal o Conaculta, que apoyaron el proyecto “como siempre, liberales contra conservadores, la historia de nuestro país, de toda la vida”.

Villalobos, quien también actúa en Un corazón normal, explicó que la polémica que ha desatado la obra ha alcanzado hasta el cartel con que la promocionan, donde se muestra un beso entre Hernán Mendoza y Eduardo Arroyuelo.

“La foto es un homenaje a la portada del Times de hace unos meses, cuando se aprobaron los matrimonios gay en California, pero ha habido gente ofendidísima porque estábamos promoviendo la homosexualidad, como si tuviera que promoverse, si no es una pasta de dientes”, declaró el también conductor.

Para Horacio esta obra es casi un proyecto de vida, ya que lleva dos años preparando su estreno, tiempo en el que, asegura, ha recibido apoyo y rechazo.

Un corazón normal estrena el 11 de octubre en el Teatro Helénico y estará los fines de semana hasta diciembre.

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