Qué pasaría si alguien que estuvo en coma durante 10 años despertara y viera los desarrollos tecnológicos presentes? ¿Cómo explicarle qué significa tuitear, computación en la nube y meme? ¿Se impactaría por la noticia de que sus contenidos favoritos, música y películas, ahora están en una gama amplia de dispositivos móviles y de escritorio, gracias al “streaming”, listos para verse en el momento que quiera?

El surgimiento de nuevas plataformas y servicios digitales motiva el hecho de acuñar y adoptar nuevos términos, conceptualizar las acciones, antes inexistentes, que se llevan a cabo en la web.

Tuitero, tuitear, tuiteo y retuiteo, por ejemplo, son las formas recomendadas por la Fundación del Español Urgente (Fundéu) para las actividades relacionadas con Twitter, la red que permite escribir mensajes de hasta 140 caracteres.

Wasapear, adaptación también sugerida por esta institución, ahora se entiende como el intercambio de mensajes a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, desarrollo que tiene poco más de 250 millones de usuarios.

Antes de todo el furor por los medios sociales, estuvo “googlear”, neologismo que poco a poco tomó popularidad entre los usuarios y se adoptó por distintos diccionarios alrededor del mundo, sobre todo en la primera década de este siglo. La voz, que aún no ha sido admitida oficialmente por la Real Academia Española (RAE), significa: usar el motor de búsqueda de Google para obtener información de todo tipo.

Falta todavía bastante por definir en la era digital, lo cierto es que los usuarios encontraron en esta etapa, los elementos necesarios para experimentar, transformar y hacer suyo el lenguaje tecnológico de diversas maneras.

INMEDIATEZ, LA NOVEDAD

“La velocidad con la que los hablantes modifican e incorporan palabras nuevas no era conocida hasta ahora”, afirma Mario Tascón, parte del Consejo Asesor de la Fundéu y coordinador del manual Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales.

Asegura que la gente, en general, usa los mismos mecanismos de formación de términos nuevos que siempre ha utilizado. Puntualiza que la principal novedad, en todo caso, es la abundancia de términos ingleses, sobre todo porque los dispositivos y servicios tecnológicos se “inventan” en países anglosajones.

Estos no parecen tiempos peores que otros, en lo que se refiere al idioma, ya que los usuarios de la Red de redes tienen problemas antiguos y nuevos que intentan resolver de la mejor forma, precisa.

“No es reciente la necesidad de abreviar, para eso ya se habían inventado las siglas y las abreviaturas; lo que es inédito es la velocidad a la que circulan esas formas entre los hablantes. También hay un importante intercambio entre quienes hablamos el castellano en diferentes países, eso es nuevo, esa capacidad de ver de inmediato, en tiempo real, cómo escriben los demás”.

En su opinión, la RAE reaccionó oportunamente en su tarea de analizar y normar los cambios que involucran al español, principalmente en los últimos cinco años: “Una prueba reciente es la incorporación del verbo tuitear casi a la vez que se incorporaba al castellano en esta adaptación fonética”.

En la última actualización del Diccionario de lengua española en la red, realizada en junio de 2012, la institución introdujo diversas modificaciones, entre las que destacan términos relacionados con la tecnología, como blog, bloguero, chat, chatear, memoria USB, página web, SMS y tableta.

Con respecto a la Fundéu, señala que uno de los mayores retos está en tener que recomendar de manera urgente, ya que está en el propio nombre de la institución la principal característica de su forma de trabajo.

“Si bien comenzó asesorando a periódicos y medios, ahora con Internet y las redes sociales los lectores hacen consultas muy rápidas y necesarias, incluso antes de que el problema trascienda a los primeros”, refiere.

El organismo tiene como principal objetivo impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación; nació en 2005 después de un acuerdo entre la Agencia EFE y el banco BBVA, y trabaja asesorado por la RAE.

LOS DUEÑOS DEL IDIOMA

Mario Tascón, quien también dirige la consultora Prodigioso Volcán y es maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, dice que los factores para que los hablantes utilicen una nueva palabra son múltiples y no dependen solo de lo que una institución, por más prestigiosa que sea, afirma.

“Las personas, los hablantes de una lengua, siempre han sido los dueños de los idiomas. Quienes hablan español son quienes deciden cómo hacerlo”.

Una de las más recientes recomendaciones de la Fundéu llamó bastante la atención, la relativa a la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp.

“Es una adaptación que estaban haciendo ya los usuarios (wasapear: intercambiar mensajes a través de este desarrollo móvil) y lo que hizo la institución fue considerar que era correcta y menos ‘vulgar’ que ‘guasapear’. Ambos términos están siendo muy utilizados por quienes hablan español en las redes sociales; hay que esperar un poco para ver cuál acaba triunfando”, explica.

Tascón tiene más o menos claro hacia dónde va el idioma de Cervantes en el contexto de la era digital.

“Hay mucha gente que propone un español neutro; yo prefiero un español rico y diverso, en el que podamos tener en cuenta que algunas palabras y expresiones pueden llevar a error o confusión entre los interlocutores de diferentes países. Con un poco de esfuerzo para aminorar esa posibilidad de incomprensión, en esos casos, me parece que es suficiente”, finaliza.

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