Del 6 al 8 de marzo, los espacios de la Fundación Sebastián recibieron la octava edición de Magnum International Designers México, evento cuyo objetivo es servir como escaparate del diseño nacional. Durante su primera jornada, que destacó por una buena convocatoria, se mostró el trabajo del accesorista Gustavo Helguera, titulado Reflejos del alma y cuyas piezas fueron lucidas por los nuevos rostros de la agencia de Glenda Reyna.

Más tarde, el sello La Vill presentó una serie de vestidos hechos con materiales como terciopelo y encaje. Su discurso creativo encontró sustento en el color negro. Jonathan Morales, por su parte, ideó una colección definida por estampados de aves y prendas de acabado tornasolado. Para ellas, propuso vestidos cortos y largos, así como blusas traslúcidas y pantalones ceñidos; mientras que para ellos hubo camisas, chaquetas y shorts.

La marca Stres fue la encargada de cerrar el primer día de desfiles, con prendas para hombres inspiradas en filmes del género western. El material predominante de su propuesta fue la mezclilla, con la que se confeccionaron diversos pantalones y camisas, algunas sin mangas.

La segunda jornada de esta plataforma de moda arrancó con la propuesta de Eduardo Santana, la cual se integró por vestidos cortos, faldas, blusas y abrigos, en materiales como jacquard, encaje y vinil.

Para ellos, se mostraron shorts, pantalones y sacos de jacquard, camisas de mezclilla, chaquetas y abrigos a la rodilla. Dichas prendas se bañaron de colores azul, café y caramelo, principalmente.

Enseguida, Erika Servín presentó atuendos para hombre y mujer en los que la base fue el color negro, mismo que se mezcló con rosa mexicano y marfil.

De esta forma, y con el objetivo de ser un espacio incluyente para los creadores nacionales, IDM llevó a cabo su octava edición.

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