Las mujeres de naranja volverán y, aunque ahora también vestirán de beige y visitarán una nueva prisión, seguirán siendo ellas mismas.

Sin glamour, sin ser exitosas, pero preparadas para sobrevivir como si estuvieran en la selva.

Con una diversidad de historias y de estilos de mujeres, la segunda temporada de la serie Orange is the new black volverá a mostrar a sus protagonistas, siendo vulnerables y rudas.

Entre latinas, afroamericanas, travestis, blancas estadounidenses, europeas, orientales, homosexuales, heterosexuales, entre otras, buscarán lanzar un nuevo reto al espectador.

“Estamos retando a la gente en su manera de ver televisión en lugar de verlo como: hombres, los únicos que pueden encabezar un show. Entonces, demostramos que nosotras podemos también. Nosotras también podemos estar detrás de las escenas, frente a la cámara, ser el equipo de producción, podemos hacerlo todo”, dijo Danielle Brooks, una de las protagonistas de la serie.

Con la nueva temporada en la que muchas de las incógnitas comenzarán a descifrarse mientras otras se complican más, los romances y las historias del pasado serán parte de la dinámica de la prisión.

Nuevos personajes y la visita de Piper Chapman a la cárcel en donde está su antigua novia abrirán los primeros capítulos de la segunda temporada que se estrena hoy a través de Netflix.

Además de los dramas de estas mujeres, Danielle Brooks comentó que los mexicanos deberían de ver la serie porque están formando parte de ella.

“Estamos siendo representados. No soy mexicana, pero cuando menos la gente de color está siendo representada; los latinos están ahí, presentes, y están contando sus historias”, aseguró.

La intérprete aplaudió la diversidad en el reparto: “Y no es una sola persona de color, hay como seis, siete mujeres latinas en el programa y hay afroamericanas y asiáticas… nuestras voces están siendo escuchadas”.

(Con información de Rodrigo Garay)

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