Washington.—  En el marco de la celebración del 5 de mayo, la actriz mexicano-estadounidense Eva Longoria y el empresario Javier Palomarez recibieron  el premio Ohtli que otorga el gobierno mexicano a personalidades de origen mexicano en el extranjero.

Longoria, actriz, productora, filántropa y activista, se declaró honrada de recibir la presea y refrendo su compromiso de  ayudar a los mexicanos en Estados Unidos a navegar la “crisis de identidad” que representa llevar dos culturas de manera simultánea.

El Premio Ohtli, una palabra que significa “camino” en lengua náhuatl, reconoce desde 1996 a personas de origen mexicano o latino que han contribuido al bienestar de las comunidades de mexicano en el extranjero.

“Yo soy 100 por ciento mexicana y 100 por ciento americana, por eso dediqué mi vida a ayudar a otros mexicanos americanos a navegar a ser americano, sin dejar de abrazar su herencia mexicana”, dijo tras recibir el premio de manos del subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio Alcocer.

La ceremonia tuvo lugar en el marco de la celebración del 153 Aniversario de la Batalla de Puebla, en el Instituto Cultural Mexicano de Washington, en medio de música de mariachi, así como platillos y bebidas típicos de la gastronomía mexicana.

Entre los invitados se encontraba el subsecretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, la subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson, y el exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan.

Longoria, quien cursó una maestría en estudios chicanos, recordó su infancia en Texas, cuando para cruzar la frontera sólo se requería pronunciar la “palabra mágica” de “soy americano”, y la brecha que abrió su educación como niña talentosa.

“Para nuestra comunidad, la clave de la movilidad económica es la educación y eso hago con mi fundación y mi abogacía política”, subrayó la estrella de la que fuera la popular serie de televisión Desperate Housewives.

Javier Palomarez, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos, que representa a más de tres millones de negocios com ventas de más de 80 mil millones de dólares anuales, consideró un honor recibir el premio Ohtli.

De origen humilde, Palomarez fue el menor de una familia de 10 hijos que fue abandonada por su padre cuando tenía seis años. Desde entonces se dedicó a la pizca de vegetales. Su casa carecía de piso firme, agua potable y drenaje. Se bañaban en la calle con una regadera.

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