La última voluntad de Paul Walker fue que su hija de 15 años se quedara con su fortuna, que asciende a 25 millones de dólares y que logró, en su mayoría, gracias a la saga de Rápido y Furioso.

La cuantiosa herencia será administrada por el padre del fallecido actor. Según el portal E! Entretaiment, el testamento de Walker indicó que la única beneficiaria sería Meadow, su única hija.

Sin embargo, el abuelo paterno de la joven interpuso una petición a la corte para pedir que sea la madre de Paul, Cheryl, y tutora de Meadow, quien funja como la albacea de la fortuna.

Paul Walker falleció en noviembre pasado al impactarse el auto en el que viajaba en un árbol cerca del centro de California.

Tras su fallecimiento, Meadow se refugió en su familia y ahora vive con su madre Rebecca Soteros, quien podría apelar contra el testamento del actor. “Ella lo está haciendo bien”, informó una fuente cercana a la familia.

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