Diego Luna dice que es un hombre afortunado, que ha tenido la oportunidad de trabajar, disfrutar su paternidad y de seguir contando historias que el público desea escuchar.

“Soy afortunado, un hombre realizado no, porque creo que ese día ya se acabó, estoy donde quiero estar, mi trabajo lo disfruto, aunque pierda México, gozo venir al teatro y trabajo con la gente con la que quiero trabajar”, reconoció el actor.

Director, productor, guionista y padre, amante del futbol y padre, Luna asegura que parte de las cosas de ser afortunado es compartir experiencias con sus hijos.

En medio del mundial, y triste por la eliminación de México en la justa deportiva, el actor espera que sus hijos se queden con la huella del evento, tal y como le sucedió a él.

“A mi hijo le tocó este Mundial y le tocó en la misma edad a la que a mi me tocó vivir el del 86 y yo hoy tengo gratos recuerdos de ese año, en ese entonces fui a ver el partido de Italia contra Francia en CU”, relató.

Según el artista, sus pequeños hijos aún son muy jóvenes para saber lo que sucede en realidad, sin embargo, siempre busca tener la oportunidad de compartir con ellos, el amor por el deporte. “Mi hija tiene cuatro años y todavía no aguanta ver un partido de futbol completo, pero sí lo jugamos, eso sí le gusta”, comentó.

Sobre el futuro de su paternidad desea que sus retoños le permitan acompañarlos. “Yo no sé qué elegirán, si sea el deporte u otra cosa, sea lo que sea estaré ahí para ellos”.

Para terminar de despedirse

Después de la promoción de su película César Chávez, Luna tenía muchas ganas de retomar su monólogo Cada vez nos despedimos mejor.

En nuevo teatro y con look fresco el cineasta está contento por la nueva oportunidad.

“Aunque es el mismo texto, la obra es diferente, lo es desde el momento en el que tenemos un recinto más grande y también por todas las experiencias que hemos vivido”, afirmó.

Con una gira por el interior de la República mexicana, Luna se enfrentó a teatros de más de mil personas, que lo mismo reían y se conmovían con la historia.

“Este teatro es perfecto, porque aparte de la visibilidad, tenemos varios precios que igual pueden darle oportunidad a los que menos tienen que a los que sí”, dijo.

Con cinco semanas programadas para que la obra siga en el Teatro López Tarso, Diego Luna tiene muy claro cuál es su momento preferido durante la función.

“Definitivamente lo que más me gusta es poder hacer reír a la gente, ese momento me llena mucho, además de que durante la función vamos cambiando de sentimiento, las personas se conmueven de tal forma que todos podemos sentir lo mismo”, agregó. Al finalizar su temporada se dará un descanso y retomará sus proyectos de dirección.

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