El cacao es un fruto ancestral explorado por los mayas en la región del Soconusco hace cientos de años. Para ellos este elixir era apreciado por sus propiedades nutricionales, especialmente por la energía que les brindaba al salir de batalla o cacería.

En la época de la conquista en México, los españoles descubrieron el encanto del cacao, por lo que con el paso del tiempo fueron exportándolo a Europa, de esta manera el legado histórico de las culturas prehispánicas se expandió por todo el mundo.

Soraya Soto, licenciada en Comercio Internacional y amante tanto del chocolate como de la cultura mexicana, comenzó hace nueve años un proyecto que tiene como objetivo principal rescatar y reevaluar las raíces de nuestro país.

“Abrí las puertas de La Truffería el 4 de julio de 2008, pero todo comienza mucho tiempo antes por la inquietud del amor que siento por el chocolate. Un día, aún antes de estudiar mi carrera, planteé el proyecto de una chocolatería artesanal, guardé la idea en un cajón y casi 10 años después la rescaté para desarrollarla”, expresó Soraya.

Primero empezó a realizar estudios sobre el cacao ancestral y su historia, poco a poco la idea de un legado precioso que dejaron las culturas prehispánicas la atrapó. De repente se encontró inmersa en un mundo de antropólogos, historiadores y artesanos que la ayudaron a crear chocolate a base del cacao puro.

“Encontré distintas recetas, fui haciéndolas en festividades importantes para amigas o familiares hasta que logré encontrar mi propio estilo y hoy puedo decir orgullosa que el chocolate me ha hecho vivir y sentir a México de una manera diferente”, dijo Soraya.

Actualmente “La Truffería” cuenta con una barra de trufas de más de 20 sabores, entre los que destaca el clásico de 75% cacao, una pieza compleja, amarga e intensa para el paladar.

Otras delicias son los chocolates de leche, con un sabor mucho más dulce y suave. Si lo tuyo es aventurarte a una sensación exótica debes probar los chocolates de chile, especias o albahaca.

Al ser realizados de manera artesanal encontramos piezas únicas, exentas de excesos de azúcar y grasas vegetales ajenas al cacao. Es un producto que va saliendo al momento, como si fuera pan recién horneado. “Un artesano toma un elemento en sus manos y lo va formando como una obra de arte”, comentó la fundadora del proyecto.

Soraya ha llevado más allá de su local la idea de compartir con el mundo el verdadero significado del cacao, por lo que hace constantemente actividades en las que se involucra el producto, como por ejemplo: técnicas de meditación, joyas, maridajes o incluso contando leyendas prehispánicas para niños.

“Escribimos cuentos que nos ayudan a enseñarles a los más pequeños a consumir el chocolate de manera correcta, con base en personajes infantiles”, dijo Soraya.

La recomendación de “La Truffería” es disfrutar todos los días un chocolate puro, esto en pequeños trozos para que logres conectar cada uno de los sentidos haciendo que al final tu paladar tenga una explosión única de sabor.

Beneficios

Basado en información de historiadores y antropólogos, Soraya Soto nos comentó la importancia del chocolate en la dieta diaria del mexicano. Dicho preparado es un gran alimento, el cual para nuestros ancestros era un vigorizante del cuerpo, el alma y espíritu.

Según estudios científicos es un estimulante del sistema nervioso central, aumenta la serotonina, una hormona que incrementa el sentimiento la felicidad, tranquilidad y relajación. Se sabe que es un alimento alto en contenidos de minerales como zinc y magnesio, así como antioxidantes.

“Cuando consumes chocolate genuino estás nutriendo a tu cuerpo”, finaliza Soraya Soto.

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