¿Te imaginas estar sentado degustando unos deliciosos boneless de pechuga de pollo a la par de un tarro de cerveza artesanal? Y, además de todo tener una hermosa vista de la ciudad de Querétaro. Esto es posible si acudes a “Lucky Wings”, un concepto que va más allá de un simple restaurante de alitas.

Hace 12 años Juan Carlos Abaroa, junto con sus socios, comenzaron a estar inmersos en el ámbito restaurantero fundando en la ciudad de Monterrey un concepto de comida oriental; poco a poco fueron analizando más mercados hasta llegar a los alimentos americanos.

Durante un largo tiempo se dedicaron a crear “Lucky Wings”, adoptando la comida estadounidense pero buscando un estándar de calidad más alto, es decir, que no fuera simplemente comida rápida, esperaban crear un lugar en el que los comensales se sintieran a gusto por horas.

En 2009 abrieron su primera sucursal en San Luis Potosí, la cual fue aceptada de inmediato, es así como “Lucky Wings” se expande en 2011 con otra sucursal en el mismo estado; en 2014 llegaron a Culiacán y el año pasado abrieron sus puertas en nuestro bello estado de Querétaro.

“Tratamos de hacer un lugar especial para los clientes, diferenciarnos con un ambiente cálido, luz acogedora, muebles de confort en donde puedas permanecer un buen rato y colores vivos que alegren la visita de los que acuden a Lucky”, comentó Juan Carlos Abaroa.

Al entrar, de inmediato podrás observar la cocina abierta con un horno de leña que emana un delicioso olor a pizza recién hecha, como la famosa “Boneless”, a base de masa fresca no pre cocida con una gran cantidad de alitas sin hueso cubiertas de la salsa que prefieras.

Por otra parte en el menú te encontrarás con pastas, wraps, quesadillas jumbo, menú infantil, hamburguesas y por su puesto un sinfín de alitas con alrededor de 13 salsas distintas, desde BBQ, Oriental e Italiana hasta la más picosa, Gooool, todas preparadas en casa.

En “Lucky Wings” supervisan personalmente que el pollo sea pechuga 100% fresca, que al momento de ser preparado quede jugoso y justo en su punto, así como la elaboración artesanal del pan de las hamburguesas o la tortilla para los wraps; de igual forma los aderezos como el ranch y el blue cheese, entre otros son hechos en el lugar.

Un plus para tu entretenimiento son los torneos de comer alitas, el reto es ingerir 35 alitas con la salsa más picante en menos de 5 minutos; por otra parte en algún día de futbol puedes participar en “Lucky score”, una quiniela en la que si eres ganador puedes llevarte diferentes premios en especie.

“Queremos que no solo vengas a comer sino a vivir una experiencia, en donde tu bebida está en la temperatura ideal, que la comida sea diferente en cuanto a sabor y textura a otros lugares que ya hayas visitado; además que seas bien atendido y quieras regresar en muchas ocasiones más”, concluyó Juan Carlos.

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