Hay muchas formas de mirar a la muerte, apreciarla, entenderla. En la exposición No te vayas sin decir adiós, Gerardo Esquivel, Julio César Cervantes El Diablo, Nando Murio, Calexico Ramírez, Omar Benítez Favela, Mareano Ruiz Rosillo, Bernardo Ramírez Morlock-X, Daniel Orlando Ramírez, Ernesto Zavala, Luis Enrique Franco y Ezequiel Frías Cheke, presentan su visión de la muerte, la visten de colores y hablan de ella pero no con el discurso cómico que acostumbran los mexicanos en estas fechas, sino con una idea más honda del por qué muchos se van, desaparecen, mueren sin decir adiós.

Celebrando Día de Muertos, No te vayas sin decir adiós permanecerá en exhibición hasta el 4 de noviembre en Palacio Municipal, delegación Centro Histórico. Las piezas fueron impresas en el taller de serigrafía de la Casa de Cultura Dr. Ignacio Mena. Taller que fue fundado por Gerardo Esquivel y Julio César Cervantes y en el cual se siguen formando nuevas generaciones.

Morir por una causa. La fecha del 2 de noviembre para Nando Murio es tan parecida al 2 de octubre. Son fechas que en México no se olvidan. Retomando una imagen de la matanza en Tlatelolco, Nando creó su pieza.

“Trata sobre las muertes que no están programadas, que no son por muerte natural y en este caso son las muertes que fuerza el Estado. Retomé una fotografía del 2 de octubre, fecha muy parecida al 2 de noviembre, y también deberíamos pensar en todas esas muertes que no son de causa natural y que sin embargo nos toca, por defender unas causas. Creo que la juventud en Latinoamérica se mide por eso, los chicos no quieren ser rockstar o no quieren ser como en otros países, que si tienen las posibilidades, aquí se defienden las causas sobre todo en la universidad, causas por la justicia, por los derechos igualitarios, los indígenas, creo que eso caracteriza mucho a la juventud en Latinoamérica, a diferencia de otros países”, platica Nando Murio a EL UNIVERSAL Querétaro.

La pieza de Daniel Orlando Ramírez, coordinador del Taller de Serigrafía de la Casa de Cultura Dr. Ignacio Mena, se titula “No más héroes por favor”. Ahí la muerte se representa con números, la cantidad de muertes, muchas injustificadas.

“Mi concepto es que la gente muere de manera absurda, eso sólo es mi punto de vista, la gente que muere defendiendo un ideal, cualquiera que este sea puede ser, un terrorista de ISIS que cree que muere por su causa o un guerrillero revolucionario de izquierda. Hay demasiados muertos, en mi pieza aparece el cuerpo de la muerte que se forma con números, al final de cuentas la muerte se contabiliza nada más, ya es un número, en ese sentido aparece una frase: No más héroes por favor. No queremos gente que muera de manera absurda, al final todos podemos vivir en paz si todos nos respetamos”, dice Daniel Orlando Ramírez.

De la obra de Ernesto Zavala se desprende el título: “No te vayas sin decir adiós”. Su pieza representa el atardecer, el anuncio de que pronto caerá la oscuridad. En primer plano un cadáver, al fondo su pueblo, su casa, pero nadie sale a despedirlo. Nadie le dice adiós, te extrañaremos, buen viaje.

“Con toda la inseguridad que está viviendo el país, aquí quien se desaparece ya no lo vuelves a ver. Y la pieza dice: No te vayas sin despedirte de nosotros. Ahí la muerte está, está simbólicamente su pueblo y la casa más grande es la casa de él, pero nadie sale a despedirlo y le están dando la despedida los nuevos animales, pájaros, el avión, el barco de papel que significan simbólicamente su viaje a su nueva vida, la verdad No te vayas sin decir a Dios es la ironía de lo que está pasando en México, es una ironía de toda esa gente que desaparece y no volvemos a saber de él”.

Veladoras para la ofrenda. Morlock-X tiene apenas 20 años de edad y ocho meses en el taller de serigrafía. Su obra representa un altar de muertos con elementos personales. Un cráneo de gato en homenaje al su pequeño felino que recién murió, pero también se ven unos diamantes y una máscara.

“La máscara está porque creo que todos en la vida utilizamos máscaras y en nuestros últimos momentos de la vida es cuando mostramos verdaderamente quiénes somos. Y los diamantes son como las buenas obras en la vida y después de morir se revisaban las buenas obras que habían hecho y llegando a una balanza de lo negativo y lo positivo”.

Calexico Ramírez hace un contraste entre la luz y la oscuridad. “La idea era no hacer ninguna calaca, ninguna referencia a Posada, es como el cliché que hace uno en Día de Muertos, y no iba a ser ninguna crítica social porque no es lo mío, lo que intenté hacer es la imagen de una veladora prendida, cuando se prende una veladora todo lo que está alrededor le da luz y lo primero que están son las flores que representan una especie de vida en un fondo negro”.

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