Actualmente, el término pole dance, surgido en Inglaterra el siglo pasado, adquiere diversas acepciones de acuerdo al país donde es utilizado. En México, por ejemplo, se le conoce como “El baile del tubo”, por lo que hablar de ello generalmente remite a clubes para caballeros, mejor conocidos como table dance.

Recientemente también se utiliza el términopole dance artístico, donde el erotismo como elemento visual queda de lado, tal como lo expresa Judith Luna, iniciadora de esta disciplina en Querétaro hace seis años.

“El pole dance es un ejercicio que requiere toda la disciplina completa en coreografía, fuerza y constancia; lo que se enseña es la actitud hacia las mujeres, que se vean femeninas. Hay mucho movimiento sensual porque la idea es que las practicantes no se vean nada más como gimnastas, lo que resulta una combinación de baile y gimnasia”, expresa la experta en ballet clásico, coreógrafa y maestra de jazz, teatro y modelaje.

Sin embargo, para otras entrenadoras, el pole dance más que un baile sensual se trata meramente un deporte que no tiene que ver con lo exótico, se trata incluso de una disciplina artística familiar.

“El pole dance es un deporte o actividad física realizada por cualquier persona en un tubo vertical profesional, como el básico hecho de cromo. Puede ser fijo o giratorio si se desea crear más figuras, además de que resulta más divertido y fácil a las practicantes”, destaca Susana Ordoñez, maestra de baile, quien imparte sus clases desde 2010.

Esta forma de ejercicio requiere de cierta fuerza y resistencia donde los practicantes deben sostener el poste con una o ambas manos para poder realizar los movimientos atléticos que incluyen ascensos, giros e inversión corporal.

Los beneficios que brinda esta disciplina son inmensos, ayuda a tonificar todo el cuerpo, desde pantorrillas, glúteos, cintura, abdomen y brazos, con resultados en poco tiempo, también “dependiendo de la persona, de la alimentación, del tipo de cuerpo y de cuánto ejercicio haya hecho antes; por ejemplo, hay quienes nunca han hecho ejercicio, lógico que tardan un poquito más en que se les note”, dice Ordoñez.

Sin embargo para Judith, los beneficios que conlleva el practicar este deporte van más allá de la parte física, “mejora tu vida, te vuelves más alegre y disciplinada, sientes algo maravilloso en el cuerpo para poder lograr esa felicidad y transmitirla a la demás gente. Sólo se requiere de disciplina y que quieras tu cuerpo y digas lo voy a hacer porque me gusta”, asegura.

Motivadas por una misma razón, lograr un cambio físico y mental en las personas, ambas entrenadoras marcan una diferencia entre el pole dance y el table, términos que suelen ser confundidos.

“El table es totalmente diferente, respeto a la gente que está ahí por necesidad o lo que sea, en mi caso el pole dance es algo muy sano, de lo que se trata es que las practicantes se diviertan con el objetivo de que la mujer se quiera y se valore más. Es una cuestión de valores, hay quienes lo hacen por necesidad o porque les gusta, en nuestro caso es porque nos gusta bailar, pero no exhibirnos para hombres, es para su esposo o pareja y ya, de ahí no sale”, precisa Luna.

También, “el table dance es un lugar donde bailan chicas de forma erótica, se quitan la ropa, en mi academia de pole dance sólo se trata de un deporte, cualquier mujer, ya sea profesionista o ama de casa, puede hacerlo, sólo requieren de las ganas de realizar ejercicio, divertirse y, porqué no, sentirse un poquito sexy, debido a la música con la que se acompaña”, resalta Susana.

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