Con la presencia de Ofelia Medina se inauguró el espacio teatral del Centro Cultural Hangar del Campus Aeropuerto de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Previo a la lectura dramatizada de  La noche que jamás existió,  Ofelia compartió con los universitarios algunos episodios de sus 50 años dedicados a la actuación, como su participación en los “efímeros” de Alejandro Jodorowsky; leyó sus poemas favoritos y hasta dio una muestra de cómo bailaba Tongolele.

“Me honra estar en estos espacios nuevos creados por la Universidad para la cultura, lo celebro, lo agradezco; esto es lo que nos hace falta, en nuestro país hay cada vez más robos y cada vez menos educación y cultura,  ver que hay aquí ese espíritu vital es maravilloso y que me inviten a compartirlo me da muchísima alegría, es terrible ver que cada vez desaparecen más los espacios creativos y ser parte de este inicio me da ánimo”, dijo Ofelia Medina.

Teresa García Besné, titular de  la Dirección de Difusión Cultural de UAQ; y Javier Velázquez, coordinador del Centro de Teatro Contemporáneo del Centro Cultural Hangar; acompañaron a la actriz a una charla que ofreció a universitarios, previo a su lectura dramatizada. Ahí, Ofelia platicó de sus primeros acercamientos en el arte.

A los 11 años entró a un taller de pantomima con Alejandro Jodorowsky y participaba en sus controvertidos efímeros, lo que hoy se conocen como performance; y a los 17 años se declaró comunista, emulando a Frida Kahlo.

“Yo estoy en  los escenarios desde que tengo ocho años de vida, o antes, pero celebró 50 años de vivir de esto, de ganar dinero por hacer lo que más me gusta en la vida; a los 17 años hice una obra de teatro con Alejandro que se llamó H3O y después hice esta película que se llamó La Paz y luego  Patsy, y lo último que hice fue tele”, detalló la actriz.

“Hace 50 años era yo una joven, muy joven estudiante de danza, de la preparatoria  1 de la Universidad Nacional Autónoma de México, y viví poco tiempo después el movimiento del 68, esa  fue mi generación; tuve el privilegio de tener educación artística gratuita, popular, laica y chingona, que también es una desgracia que esa educación es casi más difícil de tener”, agregó.

Su primer película fue una producción que tenía como fotógrafo a Gabriel Figueroa. En tele su primer protagónico fue Lucía Sombra.  Por el éxito de la telenovela Rina logró, como regalo de Televisa, una beca para estudiar en Actor’s Studio con Lee Strasberg.

En el Teatro Blanquita compartió escena en un espectáculo de revista con Celia Cruz, Yolanda Montes Tongolele y Adalberto Martínez  Resortes, a quien Ofelia considera uno de los mejores actores de México, junto con Ignacio López Tarso.

La noche que jamás existió,  lectura dramatizada adaptada y dirigida por la misma actriz, representa un encuentro entre la Reina Isabel I y William Shakespeare, en donde la reina le solicita al dramaturgo que le explique qué es el amor, pero con total discreción.

La relación de Ofelia Medina con Querétaro se resume en tres obras: Tiempos de sospecha y muerte, Josefa íntima y Natalia en llamas, esta última es una visión más contemporánea de la tragedia griega de Eurípides: Medea, obra escrita por Javier Velázquez especialmente para la actriz.

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