Ana Reséndiz comenzó a cocinar galletas para Pedacito, su mascota french poodle que en ese entonces tenía casi 14 años de edad. Con el tiempo, las galletas para perros se hicieron tan famosas entre su comunidad de amigos y familiares, por lo que poco a poco aumentó la producción e instituyó su propia empresa.

Hoy cocina más de 40 kilos de galletas para perros a la semana, además de vender pasteles hechos especialmente para caninos. Su empresa se llama Dely Doggy y fue creada hace dos años y medio.

“Nunca creí que esto fuera a crecer tanto, mi pequeña empresa es como un hijo para mí, todo lo hago con mucho amor, mis productos se venden en más de 200 puntos de Querétaro y en ciudades como Guadalajara, León y Celaya”, comenta la emprendedora.

Inicio

Ana siempre ha tenido debilidad por los mascotas, sobre todo por los perros, por eso cocinar estos pequeños premios para su Pedacito fue todo un acto de amor y delicadeza. Su prioridad siempre fue cocinar con productos 100% naturales; las primeras galletas que creó fueron de pollo, pero después creó ocho sabores más.

Cocina para consentir el gusto de las mascotas
Cocina para consentir el gusto de las mascotas

Su actividad como emprendedora comenzó cuando familiares y amigos le realizaban pequeños pedidos, las cantidades fueron en aumento, y Ana se decidió a registrar la marca y aumentar la producción.

Al principio, fabricaba un par de kilos de galletas en su pequeño horno casero. Hoy, que cocina más de 40 kilos a la semana, lo hace en un horno industrial que tuvo que adquirir para completar todos los pedidos de sus clientes.

Su mano derecha es Elsa Rocha, quien al igual que Ana hornea, empaqueta y distribuye el producto. Ambas aseguran que no hay día de la semana en que no tengan actividades laborales.

Concepto

La emprendedora confiesa que nunca imaginó que su empresa crecería tan rápido y en tan poco tiempo, pues actualmente las galletas Dely Doggy se encuentran en 200 puntos de Querétaro, Tequisquiapan y San Juan del Río; además de estar presentes en Celaya, Guadalajara y próximamente en Acapulco.

Asegura que su producto tiene la preferencia de sus clientes, debido a que son galletas hechas con productos naturales. Pensados para perros viejos, jóvenes, cachorros o con alergias. Este mes de mayo inaugurará una nueva presentación de las galletas de 240 gramos, en la EXPOCAN 2019.

“Cada vez que saco una receta espero hasta cuatro meses para ver cómo funciona la galleta sin refrigeración, veo que sea crujiente. Nunca me esperé este crecimiento, cuando la marca tenía apenas un año, tuve que comprar el horno industrial porque no nos dábamos abasto con tantos pedidos”, relata.

“El plus de mi producto es que no lleva leche, ni saborizantes artificiales, todo es natural, no lleva conservadores y son libres de gluten. Tenemos sabores de pollo, tocino, res, aceite de salmón, arándano con avena, plátano con avena, manzana con zanahoria, mantequilla de maní con amaranto. Lo que nos ha dado tanto éxito es que son 100% naturales, está hecho con carne y frutas que comemos nosotros, y eso difícilmente se encuentra en otros productos naturales”.

Cocina para consentir el gusto de las mascotas
Cocina para consentir el gusto de las mascotas

Además de las galletas, Ana también prepara pasteles que generalmente son usados para celebrar el cumpleaños de la mascota de la casa. Todos están hechos con ingredientes naturales y saludables para los perros, productos como la leche o el chocolate están estrictamente prohibidos, pues la salud del can es lo más importante.

“La historia también comenzó como con las galletas, fue un pastel que yo hice para mi mascota y después la gente me comenzó a hacer pedidos, se tiene una tendencia muy fuerte de hacer fiestas para los perros, también son pasteles naturales de pura carne, sin lácteos, sin dulces, nada que les haga daño”, asegura Ana.

Planes a futuro

Debido al crecimiento de su empresa, Ana Reséndiz se prepara para adquirir nuevo equipo de cocina y también para contratar a más personas. Comparte con orgullo que su empresa crea conciencia en la ciudadanía y fomenta un trato de respeto hacia las mascotas, pues deja claro que un perro es como un niño pequeño, que merece las mismas consideraciones.

“Son jornadas extenuantes, Elsa y yo pasamos horas paradas, después horas empaquetando y horas entregando el producto, pero todo es muy gratificante. Quiero seguir creciendo, contratar a más personas, comprar más hornos, queremos abarcar todo lo que podamos, tenemos registro de Sagarpa y eso le ha dado mucha estabilidad y confiabilidad a nuestro producto. Hasta el día de hoy no tenemos ni una queja, eso me motiva a seguir adelante”, destaca.

“Siento una gran satisfacción de ver cómo cada vez son más las personas que se preocupan por dar atenciones a las mascotas, que entiendan que son como niños pequeños, que tengan esa humanidad con los animales. Si una persona tiene estas consideraciones con un animal, me gusta pensar que también las tiene con las personas”, dice la emprendedora.

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