Los emprendedores Carlos Vienna, Johana Morales y Carlos Armenta quisieron transformar el concepto de lo que debe ser un centro botanero, para convertirlo en una lugar de convivencia y no sólo de consumo. ¿Cómo lo hicieron? reuniendo todo los aspectos que el cliente necesita para convivir con amigos, e incluso con su familia.

Por eso se asociaron para crear Aquí me Quedo, lugar donde la carta fuerte son las espadas brasileñas, que se ofrecen como parte de la variedad de botanas.

Inicio

La idea surgió de Carlos Vienna, quien ya tenía experiencia en proyectos de emprendimiento, pues es dueño de su propio negocio de fumigación, pero en esta ocasión quiso intentar con un giro completamente distinto, el de bebidas y alimentos.

El emprendedor comenta que lo primero que hizo fue localizar un lugar que se acoplara a sus necesidades; debía ser un lugar amplio, donde los clientes se sintieran cómodos.

Una vez que encontró el espacio adecuado, lo siguiente fueron meses de trabajo duro hasta remodelar completamente el lugar.

“Lo primero que quise fue cambiar esa idea de que un centro botanero es un lugar pequeño, donde te sientes encerrado, limitado, oscuro. Yo quería algo como lo que tengo ahora, un espacio amplio, con terraza, ventilación, buena iluminación, que todo eso influya para que te sientas cómodo”, comentó Vienna.

“La idea de crear esto surgió porque yo soy un fiel consumidor de los centros botaneros, y notaba esa necesidad de una buena botana en ese tipo de lugares, entonces cuando me decidí a iniciar con un negocio, por eso me decidí por esto. Iniciamos con la elección de los equipales, de las mesas, poco a poco para lograr el concepto que queríamos. Fueron siete meses sólo de acondicionar el lugar, de tumbar y crear muros, este era un espacio prácticamente abandonado y le invertimos muchas horas de trabajo a esto, pero valió la pena”, señaló el emprendedor.

Concepto

Además de modificar el espacio para convertirlo en las instalaciones ideales, habría que tener una carta fuerte para atraer a los visitantes; por eso Carlos, asociado con Johana y Carlos Armenta, decidieron incluir las llamadas espadas brasileñas en su menú de botanas.

Los emprendedores aseguran que ese es un platillo muy poco común en un centro botanero, pues usualmente este alimento se ofrece sólo en restaurantes especializados.

“Queríamos darle un plus y eso lo logramos con las espadas, porque las espadas sólo se limitan a los restaurantes, y no como una botana, sino que tienes que pagarlo como parte del menú, entonces aquí eso ya lo incluimos en las botanas, es nuestro principal atractivo.

“Creo que tuvimos mucha suerte al momento de emprender este proyecto, porque algo muy importante en cualquier empresa es conformar a un buen equipo de trabajo, y todos aquí somos amigos, desde el cocinero hasta la persona que da mantenimiento, administra, atiende, etcétera”, señaló.

Por su parte, Johana Morales, administradora del lugar, confiesa que la respuesta de los clientes ha sido mucho mejor de lo que esperaban. “Queremos darle un toque distinto a este lugar, sobre todo con nuestra botana y con el ambiente que creamos aquí, que no sea lo que encuentras en otros lados, que no sea sólo un lugar para tomar cerveza, que se sientan como en su casa. Hasta ahora hemos tenido casa llena, no esperábamos tener esa respuesta, pero afortunadamente tenemos clientes que vuelven dos o tres veces por semana, eso es muy bueno”.

Dificultades

Aunque la respuesta de los clientes ha superado sus expectativas, por ejemplo, durante la inauguración del lugar, en donde lograron tener “casa llena”, Carlos Vienna reconoce que la principal dificultad para cualquier emprendedor son los trámites administrativos, pues es un proceso costoso y tardado; por lo que pide a las autoridades agilizar los procedimientos para otorgar permisos a los nuevos establecimientos.

Sin embargo, confía en que la parte más compleja ya pasó, por lo que tiene grandes planes a futuro para su nueva empresa.

“Sí hubo un momento en que dije ‘en qué me metí’, sobre todo con la obtención de los permisos, que eso es un verdadero infierno, la burocracia le pega mucho al emprendimiento, eso es lo peor y lo más caro. Muchos tenemos ganas e ideas de emprender y muchos se desaniman ante este obstáculo, y es algo de lo que nadie te habla.

“De cualquier forma nos imaginamos creciendo, con alguna otra sucursal para tener más cobertura, llegar a otras zonas de la ciudad. A los nuevos emprendedores les diría, siempre va a ser más caro quedarse con la idea de lo que pudo haber pasado, les recomiendo intentarlo, arriesgarse, a veces la propia familia es la que te mete mas dudas, pero esto de emprender es muy bonito, aunque no todos están de acuerdo contigo sí te sorprendes de la disposición que tiene mucha gente”, señala Vienna.

Considera que actualmente Querétaro es uno de los mejores lugares para emprender, pues con el crecimiento de la ciudad, y la llegada de nuevas familias, se amplía la necesidad de nuevas opciones, por lo que no duda en aprovechar el panorama favorable para el emprendimiento queretano.

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