Inspiradas en la moda de los años 50, las hermanas Hazel y Briana Núñez crearon su propia empresa de malteadas. En Lucy´s Shake Factory vieron reflejado el sueño de ser emprendedoras. La aventura comenzó hace cinco años, en Ciudad Juárez, Chihuahua, de donde ambas jóvenes son originarias, pero el sueño se extendió hacia la ciudad de Querétaro, donde Hazel y Briana abrieron una nueva sucursal.

“Siempre tuvimos la idea de tener un negocio, algo como una cafetería, no sabemos bien de qué tipo o de qué estilo, este ambiente de la década de los 50 fue tomando forma con el tiempo; nos ha gustado mucho y a los clientes también”, comentan las hermanas Núñez.

Concepto

El espíritu de emprendedurismo en ambas jóvenes surgió en Dublín, capital de Irlanda, durante un viaje de intercambio por estudios, ahí conocieron una barra de malteadas tipo vintage a la que nunca pudieron entrar, debido a los altos costos.

“Era un lugar muy caro y nosotras estábamos de intercambio en esa ciudad, nunca pudimos entrar, sólo pasábamos y la mirábamos desde afuera, le tomábamos fotos, ese lugar fue nuestra inspiración, aunque finalmente nuestro negocio no se parece en nada, cada uno tiene su toque propio”, comentan entre risas las jóvenes empresarias.

Fue a partir de ese momento cuando Hazel, recién graduada de la Licenciatura en Finanzas, le propuso a su hermana Briana quien estudió Ingeniería Eléctrica, iniciar un negocio juntas; le propuso recrear el espíritu de aquella cafetería de ensueño que ambas conocieron en el extranjero, pero no sólo eso, sino mejorarla y plasmar en su negocio su toque personal.

Por eso en Lucy´s Shake Factory no faltan los asientos acojinados en tonos rojos, la clásica barra de metal con sillas altas, imágenes de Marilyn Monroe y Elvis Presley por todos lados, además de música de la época amenizando el lugar.

Las jóvenes que atienden el negocio ofrecen el menú a los clientes, todas lucen vestidos en tonos pastel, ajustados a la cintura y usan también delicados tenis blancos y rosas. Cuando uno entra en esta tienda de malteadas viaja en el tiempo.

Lucy´s Shake Factory ofrece más de 50 sabores de malteadas, aunque en su momento llegaron a ofrecer 100 sabores distintos.

“Tuvimos que quitar algunas combinaciones del menú porque eran tantas que el cliente se sentía un poco agobiado por no saber cuál elegir, así que dejamos sólo las 50 mejores, las 50 combinaciones preferidas”, comentan.

Almendras, cereza, crema de coco, frambuesa, fresa, frutos rojos, horchata, mango, mora azul, mango, nuez, plátano, piña colada, pistache, yogurt natural, queso zarzamora, avellana, baileys, café, capuchino, red velvet, rompope y vainilla francesa, son sólo algunos de los sabores de malteadas que pueden degustar en la tienda.

Aunque también se tienen combinaciones especiales como mora azul + lechera, nuez + plátano, oreo + cerezas, cookies & cream + caramelo, té verde + lechera + menta, entre otras.

“Aquí, los clientes pueden venir y pedir la combinación que ellos quieran, queremos que se sientan como en su casa, el lugar es visitado frecuentemente por jóvenes, hemos tenido experiencias muy bonitas, por ejemplo, como pedidas de mano, eso es porque se sienten cómodos aquí, les gusta el ambiente que creamos para ellos. Esa es nuestra máxima satisfacción. Eso es lo que nos diferencia de otros lugares vintage, la calidez con la que atendemos a nuestros clientes, para nosotros son lo más importante”, señala Hazel.

Problemáticas

Aunque Lucy´s Shake Factory es ahora una empresa sólida, cuya matriz se encuentra en Ciudad Juárez y tiene sucursal en Querétaro, no siempre fue así.

Las hermanas Hazel y Briana recuerdan los primeros días de ventas, en los que a veces no vendían ni una sola malteada.

“Lo más difícil ha sido mantener los buenos ánimos aunque las cosas no salgan bien. Los primeros días, cuando abrimos la primera sucursal tardamos mucho en posicionar la marca, nosotras no sabíamos nada sobre cómo atender a los clientes, la calle en donde abrimos el negocio estuvo cerrada durante varias semanas, no teníamos clientes, la gente ni siquiera veía el negocio porque nadie pasaba por ahí”.

“Había días en donde sólo consumimos nosotras mismas, estábamos todo el día sin hacer nada y casi nos damos por vencidas, pensamos que el concepto vintage no era el adecuado, por ejemplo, para un lugar como Ciudad Juárez, pero poco a poco todo fue mejorando, creamos nuevas estrategias, aprendimos a base de prueba y error”, comenta Briana.

Planes a futuro

Orgullosas de la apertura de una nueva matriz en Querétaro, ubicada en el centro comercial Up Town, Hazel y Briana confían en que los clientes queretanos recibirán con agrado a esta pequeña empresa familiar, que emplea al menos a 20 personas entre ambas sucursales.

Entre sus planes a futuro, las jóvenes emprendedoras esperan formalizar la apertura de una sucursal más en Monterrey.

cetn

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