La búsqueda de un sustituto de azúcar para elaborar un helado dirigido a diabéticos y deportistas llevó a los hermanos Guillermo, Alejandro y Rolando Martínez Cabello a encaminarse hacia la producción de estevia líquida y en polvo, que actualmente comercializan bajo la marca Dolce Vida.

De aquello, hace tres años. En ese entonces, la familia Martínez Cabello atendía un negocio de helados en una esquina de la colonia El Tintero. Poco después su heladería quebró, pero dio paso a un nuevo proyecto, en el cual se advierte una importante oportunidad de negocio.

“Iba mucha gente que no podía consumir azúcar a pedirnos helados para diabéticos; de ahí empezó la idea de buscar un sustituto. Empezamos a probar con algunas marcas, pero el helado no sabía bien o se hacía piedra. Investigando qué endulzante podíamos utilizar, nos dimos cuenta que muchos de estos productos son artificiales. Sí endulzan, pero no aportan nada al organismo, sino todo lo contrario”, cuenta Guillermo.

En el afán de producir un helado 100% natural, Guillermo optó por comprar una planta de estevia y se puso a experimentar con ella. Empezó haciendo té de estevia, pero notó que quedaba un sabor amargo en el helado; luego se preocupó por el color verde que adquiría el alimento.

Los Martínez Caballero dedicaron más de un año a la experimentación con estevia. Guillermo refiere que, por echarle más ganas a eso ,se descuidó el negocio y quebró. “Ese negocio de helados lo cerramos, pero quedó la idea de seguir experimentando”, dice.

Lo anterior derivó en el siguiente proceso: a fin de contar con estevia líquida, se realiza una infusión en la que el color se retira, a través de un sistema de filtrado que consta de siete pasos y que, además de quitar el tinte, elimina ciertas bacterias, de tal manera que el líquido queda transparente.

Lo siguiente consiste en eliminar el sabor amargo que presenta el líquido. En relación con este punto, Guillermo comenta que, luego de realizar diversas pruebas e investigar al respecto, supieron que el maíz posee ciertas propiedades que no quitan el sabor, sino que lo esconden.

“Usamos la fécula de maíz y hacemos la mezcla con el líquido transparente. Esto lo que hace es que esconde el sabor. No podíamos eliminarlo, porque el sabor amargo contiene ciertas propiedades naturales de la estevia, por lo que decidimos esconderlo”, refiere.

Producto 100% natural

Dolce Vida propone un producto en presentación líquida y en polvo que no contiene glucosa ni otro químico. Alejandro afirma que su fórmula está integrada un 95% con estevia y contiene 5% de fécula de maíz.

En el caso de la presentación en polvo, un kilogramo de estevia Dolce Vida equivale a 150 kilos de azúcar y, en lo que refiere al producto líquido, un gotero de 15 mililitros equivale a alrededor de tres kilogramos.

El kilogramo de estevia en polvo tiene un precio de mil 800 pesos y la presentación líquida cuesta 45 pesos.

Alejandro indica que el valor agregado del producto es que es algo 100% natural. “Tenemos un estudio de laboratorio que avala que el producto no contiene glucosa o algún otro químico, y alguna persona con diabetes lo puede tomar sin problema”, señala.

Actualmente, los socios pagan porque les maquilen una parte del proceso, pues no cuentan con la infraestructura necesaria para trasformar la estevia líquida en polvo. Para ello, se apoyan de una empresa con la cual establecen condiciones propias de confidencialidad, pues el producto está en proceso de patente.

“Encontramos una empresa que tiene una máquina que se llama spray dryer. En esta máquina tú ingresas el líquido y lo convierte en polvo. Para nosotros comprar la spray dryer, una chiquita, por muy barata que esté, cuesta entre dos y tres millones de pesos”, expone Guillermo.

Los tres hermanos y su socio Eduardo están en proceso de generar recursos a través de medios bancarios y mediante gobierno, para atacar esta parte.

Despegue

Dolce Vida es una marca generada por cuatro ingenieros queretanos; sin embargo ,ha sido desarrollada en el estado de Guanajuato.

Guillermo comparte que, tras cerrar el negocio de nieves y experimentar con la estevia natural, el proyecto se quedó pendiente, pues ninguno tenía los conocimientos necesarios sobre cuestiones relacionadas con canales de distribución y mercados.

La idea se retomó cuando Guillermo, Rolando y Eduardo cursaban la carrera de ingeniería industrial en la Universidad de Celaya.

“En la feria estatal, que se hace del sistema, ganamos el primer lugar en innovación de producto y, de ahí, volvió a renacer el proyecto”, refiere Eduardo.

En esa feria tuvieron contacto con una maestra de la Universidad Iberoamericana de León, Guanajuato, lo que llevó a incubar el proyecto en esta institución educativa. Desde entonces, han participado en diferentes eventos realizados en dicho estado.

De acuerdo con los socios, lo que detonó el crecimiento de la marca fue la participación que tuvieron en la Feria de León, realizada del 13 de enero al 7 de febrero pasado, en donde lograron una venta de 2 mil 500 goteros.

Alejandro, Rolando y Eduardo, todos ingenieros de profesión, se emplean actualmente en la industria automotriz y, a la vez, impulsan este proyecto. Guillermo se dedica de tiempo completo a la empresa.

La estevia líquida y en polvo de Dolce Vida tiene presencia en Guadalajara, Querétaro, Guanajuato y el Estado de México, a través de 7 distribuidores, destacan.

La estadística del último mes indica que a la distribución se incorporan hasta 15 puntos de venta por semana.

Su producto es promovido por nutriólogos, dentistas y médicos que están enfocados a la salud y tiendas naturistas.

Está a punto de ingresar a Farmacias Guadalajara y la cadena de restaurantes Toks; la marca HEB también les ha manifestado su interés por distribuir su mercancía.

La producción actual ronda los 2 mil frascos de 15 mililitros, cifra que crecería a partir de las nuevas colaboraciones.

Hoy, el futuro para estos cuatro jóvenes queretanos pinta prometedor. Aunque tres de ellos conservan sus trabajos actuales, en la posteridad la idea es dedicarse 100% a este proyecto emprendedor.

—¿Dónde se ven a cinco años?

—Creo que vamos a estar cumpliendo lo que dice el plan de negocios. Estamos hablando de generarle una utilidad anual al trabajador de Dolce Vida de arriba de 100 mil pesos, generar fuentes de empleo y nosotros también tener un ingreso—, sostiene Eduardo.

Alejandro comenta: “Nos vemos con presencia en toda la República Mexicana, en diferentes puntos importantes de venta, vendiendo los productos base y generando nuevos productos, porque es parte de lo que hace que una empresa se mantenga en pie: el seguir innovando y no quedarse estancada”.

Guillermo también se ve con presencia en todo el país y con nuevos productos, y es que ya están pensando en generar una línea de aguas de sabor endulzadas con su estevia, una nueva presentación en cubos y hasta una línea de cafeterías en las que se utilice su producto en todos los alimentos disponibles.

“Yo me veo en puntos de venta más grandes; incluso para lo de los cubos y las aguas no me veo a cinco años, sino en menos de un año. En cinco años me veo con alguna franquicia de cafeterías, porque es un proyecto que también tenemos”, sostiene Guillermo.

Los socios coinciden en que las estadísticas están de su lado. De inicio, afirman que se trata de un producto que se consume a diario; añaden que en cinco años será la competencia directa del azúcar.

Refieren que es ideal para quienes no pueden consumir azúcar por motivos de salud, a lo que se agregan las estadísticas en temas de obesidad y diabetes.

“Hemos visto que en el mundo del deporte hay una mayor inclinación hacia alimentos veganos que sean naturales y no contengan calorías. En la parte de las escuelas, nos hemos dado cuenta que hay niños que están ingiriendo hasta 300% más de lo que su cuerpo requiere de azúcar para poder funcionar y, sobre todo, en la iniciativa privada ya se está empujando mucho el uso de estos productos. Son áreas de oportunidad en donde nosotros vemos que podemos incursionar”, exponen.

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