Las hermanas Elvira y Alejandra Ochoa, abogadas de profesión, identificaron una oportunidad de negocio en la venta de muñecas elaboradas por indígenas otomíes del municipio de Amealco de Bonfil. Hace un par de meses iniciaron con el proyecto Hermosa Hñähñu, en el cual participan 11 familias originarias de las localidades de San Ildefonso y Santiago Mexquititlán.

Las socias encontraron que en estas comunidades muchas personas elaboran productos de alta calidad, pero no cuentan con los recursos económicos para empezar a producir, por lo que establecieron una relación de negocios con varias familias que se especializan en la confección pieza específicas.

Es tanta la demanda que tenemos de muñecas y muñecos, que en la elaboración de cada uno de ellos el esposo ha dejado su fuente laboral para dedicarse a ayudar a la mujer y para trabajar en eso toda la familia”, afirma Elvira, en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

La emprendedora señala que la elaboración de estas muñecas en las localidades de San Ildefonso y Santiago Mexquititlán no tiene que ver con una cuestión de género, pues participan la mamá, el papá y los hijos, distribuyéndose entre toda la familia la tarea de confección.

Hermosa Hñähñu cuenta con un espacio comercial en el Centro Histórico de la ciudad de Querétaro y próximamente abrirá un punto de venta en Cancún. Elvira explica que a través de este proyecto se busca dar a conocer la riqueza cultural del estado, dentro y fuera de México.

Los inicios

Un evento familiar llevó a las hermanas Ochoa a adentrarse en la cultura otomí. En 2016, al organizar una celebración de gran trascendencia, Elvira y Alejandra acudieron al municipio de Amealco en busca de presentes que reflejaran la cultura de Querétaro.

“Teníamos un evento familiar e íbamos a invitar a mucha gente que no era de Querétaro, por lo que queríamos darle un toque tradicional. Fuimos a Amealco, y en Amealco dimos con Genoveva Pérez Pascual”, relata Elvira.

Originaria de la comunidad de San Ildefonso, Genoveva Pérez ha representado a México en países de Europa, Asia y Sudamérica gracias a la elaboración de muñecas artesanales de alta calidad, convirtiéndose en referente de la cultura otomí dentro y fuera de Querétaro.

“Platicamos con ella sobre lo que queríamos y nos dio todas las facilidades para adquirir las cosas que requeríamos para nuestro evento”, continúa Elvira.

Conforme conocieron a Genoveva, ella les fue presentando a más personas de San Ildefonso y luego se comenzaron a involucrar con gente de Santiago Mexquititlán.

Empezamos a platicar con ellos y conocimos la forma en que estas personas elaboraban muñecas, servilletas y demás. Nos dimos cuenta que muchos de ellos saben bordar y saben hacer muy bien las cosas, pero no tienen el dinero para poder empezar a producir”, comenta.

Recuerda que, en busca de alguien que les hiciera unos muñecos, una persona se les acercó y les aseguró que con ella tendrían los muñecos más bonitos de la región. Les propuso que si le otorgaban un adelanto, les presentaría una muestra para comprobar sus palabras.

“Así lo hicimos. Le dimos el dinero, nos dio unas muestras, le compramos el producto y, de ahí, comenzó a surgir la idea establecer una relación de negocios para ayudar a estas personas. Nosotros exponemos y distribuimos su producto, potenciándolo un poco más”.

Dificultades

Elvira relata que, antes de volverse realidad, el proyecto Hermosa Hñähñu debió esperar varios meses, mientras buscaban a las personas que participarían en el mismo.

“Mucha gente nos decía: Yo trabajo con usted, mire mi trabajo. Nosotros empezamos a ver cómo elaboraba cada familia las muñecas, los muñecos y los distintos bordados. Cada familia se especializa en una cosa diferente. Las muñecas pequeñitas y las que le siguen, que es tamaño 1 y 2, nada más las hace una familia. La muñeca 3 y la 4 las hace otra familia. Algún sector de la familia se dedica únicamente a trenzar y a peinar a las muñecas”, explica.

“Fue un proceso muy largo de selección, de estar platicando con ellos, ver su trabajo. En la actualidad, trabajamos de forma directa con 11 familias e indirectamente tenemos a otras cinco trabajando con nosotros”, añade.

Asegura que mantener un compromiso social con estas familias conlleva una gran responsabilidad, pues además de proporcionarles los recursos necesarios para empezar su negocio, existe la obligación de cada 15 días otorgar una remuneración por el servicio proporcionado.

“Nosotros adquirimos un compromiso social. Conforme ellos nos entregan el trabajo se les remunera y tenemos el compromiso con 11 familias que dependen 100% de los ingresos que entran en esta tienda y eso es una gran responsabilidad, porque se venda o no se venda cada 15 días hay que llevar el sustento a estas familias”, indica Elvira.

Refiere que, en el camino, ella y su hermana se han enfrentado a diversas dificultades. Por un lado, expone que algunos indígenas de Amealco han comenzado a comercializar muñecas chinas que no son elaboradas ni por ellos ni por gente de la comunidad. “A muchos de ellos la gente los ha visto vendiendo alguna artesanía en el centro. Nos hemos dado cuenta que a ellos les ofrecen pacas de producto a muy bajo precio y la artesanía ha sido desplazada por productos de distinta índole”, apunta.

Otra cuestión identificada por las creadoras de Hermosa Hñähñu tiene que ver con una problemática de alcoholismo que se presenta en el municipio de Amealco. Elvira expone que se han encontrado con casos de personas se les acercan para ofrecerles su producto y no han respondido al trabajo porque “llega el día de paga y si ese día tú les das 5 mil, 10 mil o hasta 22 mil pesos, al otro día no se ponen a trabajar, sino que se lo gastan en bebidas”.

“El uso frecuente del alcohol es un gran problema. Tú vas y los encuentras sobre la calle”, señala; aunque reconoce que también se han encontrado con gente sumamente responsable, que el día acordado entregan determinada cantidad de muñecas sin falta alguna.

Un último punto planteado por Elvira se relaciona con la falta de apoyo para que familias de estas comunidades cuenten con la manera de iniciar su propio negocio, pues en la mayoría de los casos no se cuenta con recursos para poder emprender.

Hermosa Hñähñu

Esta empresa busca difundir y fomentar la cultura de Querétaro mediante la venta de muñecas; muñecos, mejor conocidos como Panchitos; bordados en servilletas y ropa; artículos decorativos, y utensilios de cocina elaboradas en cerámica pintada a mano.

“Mandamos a toda la República Mexicana y en el extranjero mandamos a Estados Unidos y a Colombia. Estamos por abrir un espacio comercial en Cancún”, comparte.

A escasos meses de su apertura, el negocio cuenta con un promedio de venta de 500 muñecas por mes, de distintos tamaños, diseños y presentaciones. De acuerdo con Elvira, el mercado más fuerte son los japoneses, chinos, americanos y colombianos, quienes buscan productos tradicionales con gran calidad.

“Hay una demanda y ese hueco estaba. Son artesanías muy apreciadas y para nosotros ha sido una forma de dar a conocer nuestra cultura a una dimensión más elevada. Nuestra idea es seguir exportando y seguir dándole publicidad al trabajo de los artesanos; continuar la calidad, y dar a conocer el producto a una escala muchísimo mayor”, concluye una de las dos creadoras de Hermosa Hñähñu.

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