Una gran travesía fue emprendida desde distintos puntos de México por 40 mil jóvenes hacia las instalaciones del antiguo aeropuerto de Querétaro, para formar parte del concierto Pulso GNP, donde fueron recibidos por una magna estructura multicolor que se irguió como efigie de la celebración.
En punto de las 13:00 horas las puertas se abrieron para comenzar con los acordes indies de la agrupación Vanavara, quienes inauguraron los escenarios del festival, seguidos por los sonidos locales de las bandas queretanas CNVS y Solovino, quienes demostraron al público que en provincia también se sabe hacer buen rock.
“Incendiaron las campanas de la catedral, la música sonaba como un huracán” fue la canción con la que La Gusana Ciega se abrió paso ante su público, quienes corearon junto con Daniel Gutiérrez, temas como “No te puedo ver”.
El júbilo se multiplicó con la agrupación ibérica Jarabe de Palo que transportó a la afición hasta los 90’s con clásicos como “La Flaca” y “El lado Oscuro”.
Pero la explosión de emociones surgió cuando la banda mexicana Café Tacvba ascendió al escenario en medio de un espectáculo de luces azules y violetas con Rubén Albarrán a la cabeza, quien portando una máscara de calaca cantó el tema “Futuro” y habló sobre las próximas elecciones.
Luego de la despedida de los cafetos, el público aguardó durante algunos minutos alrededor del escenario principal para ver a la banda estadounidense MGMT, que surgió en medio de incandescencias emanadas por audiovisuales.
Seguido de aclamaciones, Andrew VanWyngarden interpretó “She works too much” sobre una bicicleta fija que aparentaba girar sobre un camino proyectado al fondo del escenario, para terminar poniendo a bailar a todos.